<< Nota al final del cap>>
* * * * * *
Cerca de la medianoche, Helmut se había dado un agradable baño caliente y se había rociado con el mejor perfume que tenía, además de arreglarse como no lo había hecho en su vida y ponerse un precioso atuendo amarillo.
No llevaba nada más.
Se cepilló también el pelo hasta que brilló. Cuando hubo terminado con todo eso, se metió en el coche y se dirigió hacia la casa de Barnes. Todas las luces estaban apagadas.
Aparcó delante del porche delantero, estaba seguro de que todos los chicos se habían ido porque era sábado. Sonrió maliciosamente cuando pensó en lo que estaba dispuesto a hacer. Las situaciones drásticas requieren medias drásticas, y nadie había estado antes más desesperado de lo que lo estaba Helmut en ese momento, pensó.
Se dio cuenta de que la valla había sido pintada recientemente. El porche estaba bonito pintado de blanco, parecía diferente. Además, también había unas sillas y una mesa blanca.
Hubo algunos ruidos en el interior de la casa cuando llamó. La puerta se abrió y James apareció entonces recortado contra la luz del interior.
¡Estaba totalmente desnudo!
James se puso bizco y lo miró como si se tratara de un sueño.
-¿Helmut? -preguntó.
La verdad era que también estaba tratando de reponerse del shock que le había producido el verle así... Tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para levantar la vista y mirarle la cara.
-¿Puedo entrar?- James se apartó y se pasó una mano por el pelo, limitándose a mirarlo.
Helmut entró entonces en el salón.
La impresión que recibió entonces fue casi tan grande como la de cuando vio a James. El destrozado y viejo mobiliario había desaparecido y, en su lugar, la casa estaba amueblada con recios muebles de madera tapizados en colores crema y chocolate. La moqueta marrón era espesa y las cortinas hacían juego con los tapizados. Para terminar de impresionarlo, la preciosa chimenea había sido arreglada y era tan bonita como siempre había imaginado que podía llegar a ser.
-La casa ha quedado preciosa -le dijo entonces, forzándose a mirarle a la cara.
-¿Qué estás haciendo aquí a estas horas de la noche?- Helmut le miró de arriba abajo y se ruborizó.
-Recibiendo lecciones de anatomía.- Él también miró hacia abajo y sonrió.
-Bueno, debías haber avisado antes.
-Supongo que sí.
-¿Quieres que me ponga algo de ropa o ya no te importa?- Helmut le miró a los ojos.
Había esperado tanto... los nervios volvieron a asaltarlo. James necesitaba un afeitado, pero tenía un aspecto tan masculino, que deseó acariciarle. Helmut se le acercó, observando cómo sus ojos se entornaban dubitativamente.
-Quiero...que te vengas a la cama conmigo-logró decirle.
-Ya te dije esta tarde lo que pienso de eso.
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Tal Como Eres
RomanceEl maleducado granjero James barnes quería aprender buenos modales para así enamorar a... ¿una mujer? y Helmut Zemo era la única persona del pueblo que tenía la suficiente educación como para llevar a cabo ese trabajo. Ningun otro hombre o mujer se...