Viridity || •Eren Jaeger•

03

Capítulo 03 :
❝ᴇʟ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ❞

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Armin.

Pasados unos quince o veinte minutos en la espera total viendo como algunos vehículos y personas pasaban, mi vista se desvío a la esquina del edificio donde un autobús acababa de llegar; aparentemente ese lugar solía ser su parada, y de el bajo una chica de cabellos marrones casi negros. Era a quien buscábamos. Mientras ella hacía ese corto trayecto hasta la entrada del edificio, bajamos del auto y cruzamos para hablarle o intentar hacerlo.

— Disculpa. —dije sonriendo—.

— ¿Qué se te ofrece? —dijo seria—.

— ¿Tú eres _________ __________, verdad?

— Eh... Si. —dijo insegura dando un paso atrás a la vez que frunció el ceño levemente—. ¿Quiénes son ustedes?

— Soy Armin, y él es Eren. Nos gustaría hablar contigo si es posible.

— No entiendo que tendría que ver con ustedes.

— Si nos dejas pasar adentro pienso que podríamos hablarlo mejor y más... En privado. Es un tema delicado y con urgencia, por favor.

— Lo siento pero estoy ocupada. Pueden venir otro día. —dijo para comenzar a caminar haciéndonos a un lado—.

— P-pero... —dije intentando detenerla—.

— Espera. —dije Eren y se acercó a ella para agarrarla del brazo haciendo que se estuviera—. Necesitamos tener esta conversación ahora, quieras o no. —dijo molesto—.

— Suéltame, por favor. —dijo con la miraba posada sobre la del castaño—.

Podía sentir cierta tensión en el ambiente. Se mantenían la mirada fijamente y de forma retadora como si no quisieran dejar de mirarse y como si ambos se odiaran; pero Eren aflojó su agarre luego de unos minutos como si hubiera siendo consciente de su acción, pero aún así, no la soltó.

— Oigan. —dije tímido intentando interrumpir—. Estamos en la calle, por favor.

— Bien. —se soltó bruscamente del agarre y luego de mirarlo por última vez desvío la mirada—. Tendré esa charla con ustedes, pero que sea rápido, tengo cosas importantes que hacer.

— Gracias.

Entramos al edificio donde ella saludó al chico con la mano y él le respondió con una sonrisa. Parece que tenían una buena relación. Subimos al ascensor y fuimos a la segunda planta. Ahí dobló a su derecha y caminamos por un pasillo; la última puerta era la suya. Ella iba un poco más delante de nosotros mientras buscaba sus llaves y aproveché para acercarme al castaño.

— Eren, no puedes hacer esas cosas. Es una chica y deberías comportarte. —dije nervioso—.

— Oye, Armin, no me digas que hacer. —dijo y aceleró su paso—.

Una vez que _______ abrió la puerta y los tres entramos, nos hizo pasar al living donde allí nos sentamos en uno de los sillones frente a una mesa pequeña de madera y nos ofreció café pero ninguno aceptó. Fuimos directo al asunto.

— Queremos hablar sobre una interrupción en una boda. Verás... Él hace poco quiso casarse. —dije en forma de introducción y con delicadeza pero fui interrumpido—.

— Estoy comprometido contigo y no pude casarme con quien quería.

— Eh, si... Resumiendo es eso. —miré al castaño de reojo y volteé a verla—. Y tenemos el comprobante de matrimonio. —saqué el papel y se lo mostré—. Creemos que sucedió en su despedida de soltero.

— ¿Qué? —dijo casi susurrando—.

— ¿Podrías contarnos que fue lo que sucedió ese día? —dije dulcemente para no incomodarla—.

— No recuerdo mucho, pero sé que hubo muchas bebidas y que al día siguiente, cuando desperté, él estaba junto a mi en la misma cama.

— ¡No! —se levantó bruscamente golpeando la mesa llamando nuestra atención asustando a ambos pero más a ella y eso no paso de ser percibido—. Eso no puede ser cierto, ¿Acaso quieres complicar más las cosas?

— Eren, cálmate. —dije seriamente observándolo y volví mi mirada a ella—. ¿Sabes si existe la posibilidad de un embarazo? —Eren se sorprendió y guardo silencio—.

— Si, y no la hay. Fui a un hospital ésta mañana. —mencionó—. De todos modos. —dijo luego de unos segundos—. No recuerdo haber firmado algún papel de compromiso... Pero pienso que lo mejor sería el divorcio. No quisiera estar unida a alguien que no conozco y que no sabe comportarse en casa ajena. —dijo seriamente mirando al castaño—.

— Armin, ¿Cuánto tarda el proceso? —dijo mirándola mal—.

— Aproximadamente entre cuatro o seis meses.

— Bien. Hagámoslo cuando antes.

— De acuerdo. —se levantó de su lugar—. Si eso es todo, creo que pueden retirarse.

— Si. —dije nervioso debido al ambiente—. Vamos, Eren.

Él no respondió, solo se limitó a dirigirse a la puerta, la abrió y la cerró dando un portazo. Dejé escapar un suspiro y voltee a verla. Estaba abrazando sus propios brazos con la mirada hacia abajo. Coloqué mi mano sobre su hombro llamando su atención.

— Lo siento... Es tu casa y el hecho de que él se haya comportado de esa manera también lo hace mi culpa.

— No te preocupes por eso. Él es el que debería volver y pedir perdón. Tú, en cambió, eres todo lo contrario a él... Me agradas bastante. —me sonroje levemente y retire mi mano—.

— También me agradas, no nos conocemos pero me agradas... Creo que ya tendría que irme.

No respondió, pero pude notar una leve sonrisa en su rostro. Caminó hacia la entrada conmigo siguéndola, y abrió la puerta pero para sorpresa de ambos, Eren se encontraba allí recargado sobre una de las paredes de brazos cruzados.
Su mirada era molesta y estaba posada sobre _______, y ella borró su sonrisa mientras le sostenía dicha acción. Decidí interrumpir.

— Bueno, nosotros nos vamos. —dije para tomar a Eren de su brazo—. Adiós. —dije y lo jalé fuertemente debido a que no quería moverse—.

Luego de aquella acción y luego de salir complemente del lugar, logramos subir al auto donde el ambiente se torno tenso. Estaba con la misma actitud que antes y no había señales de algún cambio.

— ¿Por qué tardaste? —dijo sin dirigirme la mirada—.

— Estaba hablando con ella, nada con importancia. —dije y encendí el vehículo para ponerlo en marcha—. En otras palabras, me disculpé por tu mala actitud.

— No es necesario que me estés defendiendo.

— No lo hago, pero era lo correcto disculparme, es todo.