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Capítulo 14:
❝ғᴜʟɢᴏʀ❞

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— Es cierto, entonces, eres Eren Jaeger; el hombre más hermoso que he visto en toda mi vida.

La miré con atención mientras retiraba sus manos de mi cuerpo, pues traía bastante confianza al parecer. Cabello negro y ondulado, piel levemente bronceada, vestido rojo; la dichosa cumpleañera.

— Ahm... Soy comprometido y no deberías hacer estas cosas con alguien así. —dije buscando a ______ ignorando su presencia y comentarios—.

— ¿Y que? Creo que eso no es impedimento para que estemos juntos está noche. Además, cuando dos personas se gustan deberían estar juntas. —se acercó aún más—.

Esa frase resonó en mi cabeza una y otra vez siendo un recordatorio de ahora en adelante. La corrí a un lado y salí apresurado a dónde había visto a la de ojos verdes.

— ¡Oye, estoy hablándote! ¡¿A dónde vas?! —me gritó a lo lejos con molestia—.

— ¡Con mi esposa! —le grité casi dejándola en humillación—.

Los presentes cercanos en ese lugar comenzaron a reírse y decir algunos comentarios, los cuales no escuché, pero al parecer, a ella le molestó bastante y se fue enojada de la pista de baile. Vi a lo lejos a la oji verdes doblar en un pasillo pero al pasar por allí, ya no estaba. ¿Cómo podía ser posible que desapareciera en cuestión de segundos? O me distraigo muy fácil o ella es muy rápida.

A eso de las 3am, todos vinieron a sus asientos pues la siguiente comida había sido anunciada. Consistía en algo más tradicional y cómodo para los invitados. Se habían colocado mesas libres con temática de sandwiches, que incluía cualquier alimento, después de todo era a elección del invitado. Tuvo éxito, ya que todos se acercaron a esas mesas tratando de armar su propio sandwich.

Vi a la chica en una de esas mesas, pero esta vez no me molestaría en tratar de ir a buscarla, pues había decidido hablar con ella antes de que terminara la fiesta.
Al parecer esta vez no se iría a ningún lado, pero estaba seguro de que si me acercaba desaparecería como las veces anteriores.

El espectáculo principal y los animadores salieron a la pista de baile a mostrar su talento, las luces se apagaron y solo se veían sus trajes luminosos acompañados de aplausos y gritos. Las cosas aparentaban marchar bien, pero uno de esos bailarines se acercó a _______ y la sacó a bailar. No había problema con ello, pero la chica traía tres de los botones de la camisa desabrochados dejando ver un poco su ropa interior. Traté de fingir que nada sucedía y seguí bebiendo, ignorando lo que sucedía hasta que otro bailarín ánimo a varios a salir a la pista y aproveché esa oportunidad. Entre giros y movimientos llegué a su lado y la abracé por detrás rodeando su cintura.

— ¡¿Que rayos?! —gritó por el volúmen alto de la música y giró el rostro—. ¡Eren, me asustaste! —dijo riendo—.

No pude evitarlo y también reí pegando mí mejilla contra la de ella, quien subió su mano y la puso sobre mi otra mejilla, mientras que con la otra acariciaba mis manos. Así estuvimos un rato bailando juntos entre risas hasta que ella giró y quedó frente a mí.

— No sabía que también te habían invitado.

— Si algo así. —desordené mi cabello—.

— ¿No me digas que te colaste en la fiesta?

— Claro que no. Invitaron a la familia.

— ¿Entonces Mikasa está aquí? —dijo asustada y se alejó por completo—.

— Por supuesto que no. Ella aún no lleva el apellido Jaeger. —dije mientras la tomaba de la cintura para acercarla de nuevo y seguir bailando—.

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Omnisciente.

Estando en el patio, después de haber estado bailando por bastante tiempo, lo llevo a querer respirar aire fresco y alejarse de tanto alboroto, y en ese instante, el móvil vibró dentro del bolsillo. No tenía ganas de sacarlo para atender y menos para apagarlo, pero el molesto movimiento, su poca paciencia y el estrés de andar buscando y perdiendo a ______ nuevamente, hizo que atendiera la llamada.

— ¿Qué?

“Eren, ¿Dónde estás? Creí que estabas en casa o en la de tus padres, pero no te encontré en ninguna”.

— Estoy en una fiesta. —se interrumpió—. ¿Cómo entraste a la casa de mis padre?

— “Eso no importa, dime dónde estás”.

Antes de responderle, logró ver a la oji verde recorriendo el patio con curiosidad y tuvo la necesidad de acercarse a ella.

— Mikasa, te llamo luego. —dijo y le cortó para ir con la muchacha—. Hey. —dijo por fin llegando a su lado después de intentarlo toda la noche—.

— Eren. —dijo ella sonriendo—.

— Ahm... ¿Quisiera ir a dar una vuelta?

— Vamos. —mencionó para tomarle la mano e iniciar con la caminata—.

Durante ese trayecto en el que recorrían el gran patio y jardín, no se soltaron de las manos. Él estaba bastante nervioso por el contacto físico pero al mismo tiempo se sentía tranquilo y cómodo; ella por su parte, se encontraba sonriente como si de una niña se tratara. Cuando llegaron a un sendero rodeado de flores y luces azules, el castaño le soltó la mano, ya que después de pensarlo, sintió que no era lo apropiado, aunque eso significó terminar con su comodidad.

— ¿Estuviste tomando? —soltó luego de estarla mirando—.

— Solo un poco, ¿Por qué lo dices?

— Estás sonrojada... Bastante diría. —ese comentario hizo reír a la menor que enseguida se le contagio el mismo gesto al mayor—.

Una vez llegaron a un pequeña decoración con luces de estrellas, y cortinas crema, se adentraron —aprovechando que estaba vacía, pues se sacaban fotos en ella—, y se detuvieron allí admirando el lugar, o la compañía del otra. Eren se giró quedando enfrente de la menor, quedando cautivado por la belleza y perfección que tenía delante de sus ojos con pupilas dilatadas, pues como había dicho antes, la quería. Observando como los ojos de la menor brillaban y en sus mejillas había ese rosado notable, se arrimó más a ella, rozando sus manos.

— ¿Disculpen, han visto a un chico de ojos verdes por aquí? —dijo Lilac cerca de ellos, y el castaño lo noto—.

— ______.

— Dime.

— Discúlpame por lo que voy a hacer.

— ¿Por qué tendría que disculparte?

La calló con un beso mientras tomaba sus manos.

Viridity || •Eren Jaeger•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora