Viridity || •Eren Jaeger•

09

Capítulo 09 :
❝ᴍᴀʟᴇsᴛᴀʀ ᴅᴇ ᴄᴇʟᴏs❞

︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵

Una semana había transcurrido de forma tranquila, de vez en cuando una que otra discusión dentro de la familia Jaeger; Zeke poniendo celoso a su hermano, las discusiones entre Eren y Mikasa, los regaños de Carla hacia su hijo menor... Había que ser sinceros, desde que ________ había llegado a sus vidas, las cosas se habían alterado un poco y todo por los celos. Sin embargo, las cosas siguieron avanzado. Eren se encargaba de dejar a la manor en ese esquina cerca de su casa, ya que Carla quería verla y hablar con ella —sin mencionar que le gustaba molestar a su hijo con la menor—.

Ambas mujeres se encontraban en la sala de estar. La mayor de ellas se encontraba disgustando de uno de los postres que se le había dado como presente, en señal de educación. Un castaño café al pasar por allí fue detenido por su madre.

— Mira, Eren, _______ hizo y trajo estos cupcakes. —le extendió uno—. Deberías probarlo, está muy rico. —suspiró pensativa—. Mikasa no sabe hacer estos... _______ podrías pasarle la receta.

— Si, no veo el problema. —sonrió gentilmente—.

— Mikasa está muy ocupada como para hacer de pastelera. —le respondió el castaño a su madre—.

— Pero ______ pasa más tiempo con nosotros y es más cariñosa.

— Mamá. —dijo molesto—.

— Vamos, cariño. —le dijo a la menor mientras recogía los postres—. Hay alguien que no sabe ser agradecido.

Eren.

Voltee al notar que las pisadas habían disminuido su sonido y efectivamente así era, _______ volteó a verme y se dirigió a mi. Su andar era firme pero a medida que la distancia se iba acortando se hizo más tímido. En su mano traía uno de esos postres, que a decir verdad se veían realmente deliciosos.

— Ten. —dijo extendiendo su mano—. Si no lo quieres... Puedes dárselo a alguien más o solo tirarlo.

No le respondí, solo acerqué mi mano a su muñeca y la tomé obteniendo como resultado la sorpresa de su parte mientras que con mi otra mano retiraba la envoltura. Acerqué el cupcake a mi boca sin soltarla, sus mejillas cada vez iban obteniendo un color rojo más vivo e intenso, finalmente probé aquel postre mirándola fijamente.

El sabor era perfecto, suave y con la cantidad de azúcar exacta, ni más ni menos, su textura era esponjosa y suave al tacto al igual que la crema. Simplemente algo maravilloso que podría hacerse adictivo fácilmente y sin problemas.

Sin embargo, pude sentir un poco de crema —casi imperceptible— sobre la comisura de mis labios y cuando intenté quitarla sentí su tacto chocando contra mi mano accidentalmente. Bajo su mano lentamente pero la detuve tomando de su otra muñeca acercando su mano a mi rostro y la solté. Su mirada estaba concentrada en aquella zona y sus finos y delicados dedos limpiaban el rastro restante de crema.

En todo ese tiempo me dediqué a observarla, y cuando terminó, nuestras miradas se cruzaron y aprecié ese hermoso color de ojos que poseía donde termine por perderme en ellos. Inconcientemente apreté el agarre en su muñeca y la jale acercándola más a mi cuerpo; tan solo unos centímetros nos separaban, y en esa posición los minutos pasaron.

— Eren. —dijo Mikasa a lo lejos—.

Ella rápidamente se separó, termino por entregarme el postre y se retiró del lugar completamente avergonzada, se notaba fácilmente en su rostro.