CAPÍTULO 1. Conociendo mi nuevo destino

14.1K 416 44
                                    

No soporto a mis padres y me he escapado de casa. Llevo unos días deambulando sola y la verdad tengo mucha hambre, afortunadamente hay fuentes de agua y puedo beber de ellas sino me deshidrato.

Creo que ya soy lo suficientemente mayor como para dirigir mi vida pero la verdad es que me encuentro sola y no se me ha ocurrido otra cosa que irme al barrio de los "ricos" a prostituirme y así poder independizarme. No me importa tener que hacer esto, aunque bueno, sería mi primera vez y me gustaría que no fuera con un viejo verde.

He intentado parar algunos coches pero ninguno me hace caso, creo que es por mi indumentaria, voy muy sencilla y tampoco voy maquillada. Me escapé con lo puesto.

Tras varias horas de intentar parar coches, uno de ellos negro como el azabache se paró ante mí y bajó la ventanilla. Mi sorpresa fue ver que era una mujer. ¡Joder no soy lesbiana! Pero tengo que intentarlo.

- ¿Qué te ocurre niña? -Preguntó la mujer con el pelo negro rizado y reluciente.

¿Niña? ¿Pero esta quien coño se cree que es?

- No soy una niña, en primer lugar, soy prostituta, ¿le intereso?

-No me interesan las niñas y menos las prostitutas, de todas formas no tienes pinta de prostituta, ¿qué haces por estos lares?

Otra vez niña... No tengo remedio le contaré la verdad a lo mejor la ablando y así empiezo mi tan deseada carrera de prostitución (obvio que es una ironía).

-Soy Mía, tengo 17 años y....

- Te has escapado de tu casa, ¿verdad?

-Sí... cómo lo sabe....

La mujer se bajó las gafas de sol y pude ver sus hermosos ojos negros.

-No hay que ser muy bruja para darse cuenta de que llevas días sin comer y que buscas desesperadamente dinero, niña. ¿Por qué no vuelves con tus padres? Esto no es para ti.

-No quiero, mis padres son odiosos, me castigan absolutamente por todo, de hecho no tengo ni mi móvil y ya tengo diecisiete años como para que manejen mi vida a su antojo.

-Sube al coche. -Ordenó la mujer.

-¿Qué?

-No lo repetiré dos veces- Dijo amenazante.

Me dio tanto miedo como me lo dijo que accedí.

-¿Te montas en el coche de una desconocida?

-Usted me lo ha ordenado... -Dije intimidada.

- Y si te ordeno que te mates, ¿lo harías?

-¡No! -Grité escandalizada.

- No grites. Primera norma para ti.

-¿Norma? No entiendo señora.

-Segunda norma, nada de señora ni llamarme por mi nombre, soy Natasha pero tú no me llamarás así.

-Espera... no entiendo, ¿por qué me pones normas?

-¿Quieres vivir con tus padres?

-No, por favor señora, no me lleve.

-Acabas de incumplir la segunda norma, ya hablaremos cuando lleguemos a mi casa.

- ¿A su casa?

- Sí, te ofrezco vivir conmigo en mi casa a cambio harás todo lo que yo te diga.

La idea no me pareció muy buena pero no tenía otra opción, o me iba con ella o volvía con mis padres.

-Está bien iré con usted.

-Bien, llámame Ama ya te diré como tienes que llamarme en otro momento.

-¿Ama?

-Sí, deja de hacer preguntas. Ya te explicaré en mi casa.

No se si esto era buena idea pero aunque fuera autoritaria me tranquilizaba estar a su lado, era un sentimiento extraño. Además, era preciosa, observé mientras ella conducía.

-¿Por qué me miras niña? Preguntó Natasha.

-Eh... yo... lo siento señora no volveré a mirarla.

-Señora... veo que no te han quedado muy bien las reglas.

-Perdón.... ¿Ama?

-Eso esta mejor.

Volvió a producirse el silencio en aquel coche tan lujoso tapizado de cuero beige.

Por fin llegamos a su casa, era una casa grandísima, esta mujer tenía bastante poder adquisitivo.

-Entra.

Entré con miedo, no sabía que este sería el principio de mi nueva vida.

MOMMY, MI NUEVA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora