MOMMY, MI NUEVA VIDA

CAPÍTULO 13. Problemas y peleas

 -¿Se puede saber qué te pasa? A mi no vuelvas a humillarme en ninguna clase más de matemáticas. -Dijo el Manupollas enfadado.

-Ni tú vuelvas a decir ahí en medio que tengo una tutora, nadie tiene por qué enterarse de mi vida personal. Contesté muy molesta.

-¡Qué pena! Ahora ya todos lo saben, niñita malcriada.

-¡Qué pena! El señorito está molesto porque lo he dejado en evidencia, pobrecito, ya no le tendrán tanto respeto...

¡PLAF!

-A mi no me vuelvas a hablar en ese tono de burla, ¿entiendes Mía?

Mis ganas de darle un puñetazo incrementaron, pero me aguanté, con lágrimas saltadas, pero me aguanté. Su mano era bastante grande y me había lastimado, no quería ganarme otra.

-¡Contesta, Mía! ¿Lo entiendes?

-Sí, profesor. -De mierda, pensé.

-Ahora quédate en este banco sentada, no entrarás a mi clase, Natasha va a estar muy enfadada contigo. -Y se marchó el muy hijo de puta.

¡Ay! Cómo me duele, jodeeer! Maldito imbécil, tengo que hacer algo para que Natasha lo deje, no podré vivir en paz estando este energúmeno al lado. ¿Y se ha atrevido a abofetearme, pero de qué va?

La hora pasó muy lenta, yo mientras me escabullí al baño para verme la cara, afortunadamente, no tenía ninguna marca de su bofetada, pero una vez hube salido del baño me encontré con alguien a quien no conocía.

-¿Qué hace usted por el pasillo, señorita? -Dijo como acusándome.

-Me han echado de clase. Dije tranquílamente.

-Preséntese, alumna. -Dijo aquella señora.

-Soy Mía Ramos.

-¿Es usted Mía, protegida de Natasha Riveretti? -Preguntó desconcertantemente.

-Sí, profesora.

-Acompáñeme a mi despacho.

-¿Su despacho? -Pregunté yo ahora desconcertada.

-Sí, Soy Gema Guzmán, la directora de este instituto. Vamos a llamar a su tutora, tienes un parte por estar en el pasillo debido a la expulsión de clase, lo que no entiendo es como el profesor Manuel no se lo ha puesto aún. -Dijo tajante.

-No, directora, por favor, no la llame, me....me portaré bien, lo prometo, es mi primer día y no me han dicho las normas. -Dije suplicando aterrada por lo que Natasha me haría, recordé sus palabras: "pórtate bien o seré muy dura contigo".

La directora se quedó pensativa, por un momento pensé que no lo dejaría estar pero fue condescendiente conmigo y no me puso el parte, eso sí, me dijo que a la próxima, no tendría reparos en hacerlo.

Esperé sentada de nuevo en el banco de al lado de mi clase, quedaban cinco minutos para que acabara la maldita clase.

Cuando ya sonó la sirena de que habían terminado la segunda hora, el Manupollas salió sonriente con ese cara de victorioso triunfante, pero no me dijo nada y se marchó.

Iba a entrar cuando, salió también sin esperármelo, Lorena Jiménez.

-Hola Mía. No esperes a Sofía en el recreo, quiere pelea, te venía a avisar, me voy para dentro, no quiero problemas si me ven contigo.

Pues si la tal Sofía quiere pelea, pelea tendrá, le voy a meter tal puñetazo que se le van a escapar las pocas neuronas que tiene...

Entré en la clase, pronto noté miradas en mí, toda la clase estaba atenta por si decía algo, pero me limité a sentarme al lado de Carolina.