CAPÍTULO 15. Pensamientos

4K 247 12
                                    

Habla Mía:

Los tres días que estuve expulsada, no podía salir de mi habitación y me pasaba el día estudiando con los apuntes que amablemente me pasó Carolina, porque Natasha se los pidió a su tutor, ya que al parecer se conocen. 

No podía ni bajar al comedor, desayunaba, almorzaba, merendaba y cenaba en mi habitación como una prisionera. La nana de Natasha me traía la comida y, a veces se quedaba hablando un poquito conmigo, ya que no tenía a penas contacto social. Natasha debe de estar muy enfadada y decepcionada conmigo para no haber venido a verme estos días. Me siento muy triste, con tal de tener su atención, aceptaría de nuevo un castigo, es la única forma en que me siento suya ya que en el plano amoroso, en ese no formo parte de su vida.

Tampoco vino el Manupollas a darme clases, se lo pediría Natasha para evitar otro enfrentamiento entre los tres, ya que el castigo fue bastante duro. Aún tengo marcas.


Habla Natasha:

No me puedo perdonar haberle hecho eso a Mía, fue un castigo muy severo, creo que se me fue de las manos, pero necesita disciplina. Estoy haciendo lo que mis padres hacían conmigo, castigarla físicamente, ¿realmente soy feliz haciendo esto? Por otro lado, es que se lo merecía, dejarle la cara a esa chica como se la dejó... A ver que prefiero que sea la chica que Mía, porque entonces me cargo a la chica a varazos.

No sé cómo pude dejar besarme, por un momento sentí un cosquilleo en mi interior, notando sus dulces labios posados sobre mí, no sé explicar qué es esta sensación, con Manuel no me pasa. Mía tiene algo especial, no sé por qué me preocupo tanto por ella, la estoy queriendo mucho, se ha hecho un huequecito en mi corazón. Yo, que tan reservada soy para eso, sólo cuento con mi nana Rosa, y Manuel, y a veces me siento sola cuando estoy con él, una especie de vacío que no sentía hasta que apareció Mía en mi vida.

Creo que voy a llamar a Juan para que traiga a Carolina y estudien juntas, he de ser más benevolente, es un cría, ya lleva tres días encerrada y ni me he dirigido a ella ni para darle los buenos días o las buenas noches y creo que me estoy pasando, pero no debió besarme yo estoy con Manuel y no le he contado nada, siento que le estoy poniendo los cuernos.

Para no pensar más llamé a Juan.

-Hola Natasha, ¿qué tal todo? Me ha dicho Carolina que tu little se ha peleado con una chica por defender a mi niña.

-Sí... me alegra que fuera por defender a Carolina pero tuve que castigarla severamente, no sabes cómo le dejó la cara a esa chica y encima la expulsaron tres días. Te llamaba por si podías traer a Carolina a casa para que ayude a Mía con los estudios, está bastante perdida y no quiero llamar a Manuel porque no se llevan bien.

-Está bien, en diez minutos estoy allí. Yo también tuve que castigar a Carolina por no defenderse, aunque esta vez fui menos severo ya que entiendo que su carácter es así y ella y yo nos sentimos culpables de que Mía haya tomado esa actitud.

-Sólo espero que no se vuelva a repetir, Mía es muy rebelde y adorable a la vez, me gusta que defienda a sus compañeros pero no de esa forma agresiva.

-Entiendo, bueno, nos toca una gran trabajo con ellas dos, tú pararle los pies y yo hacer que Carolina se espabile. 

-Pues sí, un trabajo bastante arduo.

-Bueno, voy para allá Natasha para que no se haga más tarde. Hasta ahora.

-Hasta ahora.


Habla Manuel:

Natasha está muy rara conmigo desde que esa niñata llegó a su vida, a penas me habla cariñosamente como antes. Esa niña es un estorbo para mí, estamos a punto de casarnos y siento que ese va a ser el motivo por el cuál no se cumplirá mi deseo. Debo hacer algo al respecto. Darle un poco de margen sin atosigar a la cría, aunque debo admitir que la niña tiene un cuerpazo que cualquiera se la follaría. Es más me atrae tanto como me atrajo Natasha en su tiempo. Es un caramelito, pero no voy permitirle que me joda la vida, la pondré en su sitio y ya sé cómo hacerlo.

MOMMY, MI NUEVA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora