Capítulo 11. Conversación profunda

5K 253 24
                                    


Habla Mía:

No lo pude evitar, cuando me dijo que jamás me abandonaría, se me encogió el corazón y lloré tan fuerte que al final fue ella quien me abrazó a mi.

-¡Shhhh! Ya... pequeña, sé que lo has pasado muy mal con tu familia, pero ahora estás a salvo, yo te protegeré.

-Pero tiene que ser con él.... con el Manupollas...

-¿Cómo le dijiste señorita?-Dijo entre divertida y enfadada.

-Manuel, Manuel.

-¿Mintiendo a tu Mommy?

-Ha sido una mentira piadosa.-Contesté temerosa.

-Tranquila, no te voy a castigar pero no te cueles, es mi prometido y pasará a formar parte de tu vida también.

No refunfuñé pero en mi mente sí lo hice, ese tío tiene algo que me inquieta y me pone nerviosa, no lo puedo evitar.

Habla Natasha:

Después de haber calmado a Mía y de dejarla en su habitación estudiando, llamé a Manuel.

-Manuel, no me cuelgues, por favor. - Qué irónico, una Riveretti suplicando, si me vieran mis padres... me hubiera llevado una buena azotaina.

-¿Qué quieres? ¿Ya te has calmado? -Preguntó secamente.

-Tenemos que hablar.

-No, mientras antepongas a esa joven antes que a mí.

-Manuel, no seas absurdo, te estás comportando con inmadurez, ¿cómo puedes ponerte celoso de una niña? -Dije enfadada.

-No es una niña, es una joven y pronto será mayor de edad. Así que es casi una adulta, yo quería hacer una vida contigo solamente.

-Ella necesita de mi ayuda, cuando la encontré iba a prostituirse para ganarse la vida, la cual ha sido muy complicada y traumática.

-¿Prostituirse? Esa niña merece más que unos azotes Natasha. Déjame a mí tratar con ella, soy parte de la familia, ¿no?

-Ella está aún nerviosa, no comprende la situación, esto es nuevo para ella.

-¿Por qué siento que me estás apartando?

-No te estoy apartando, simplemente quiero que se vaya adaptando y aún no se ha adaptado a las normas.

-Está bien, le daré su tiempo, pero si vuelve a contestarme o desobedecerme no dudaré en aplicarle una sanción y tendrás que respetarme Natasha, no voy a permitir que una niña se me suba encima.

De pronto se hizo el silencio por mi parte, realmente no quería cederle ese lugar, pero es mi prometido y tengo que casarme con él, es un reputado profesor, conocido por toda la ciudad, qué mejor candidato que él, además, le quiero.

-¿Natasha? -Preguntó ante mi sepulcral silencio.

-Sí, Manuel, pero no quiero que la azotes con el cinturón.

-Está bien, lo haremos a la antigua usanza.

Habla Mía:

No quiero volver a dar clases con él, le odio, le detesto, es un enfermo, se le nota en la cara, ¿cómo Natasha pudo haberse enamorado de él? No lo entiendo y me da rabia. Quizás Natasha no es como yo creo que es, una mujer buena que quiere cuidar de mí. Soy una ilusa, cómo se va a fijar en mí, soy menor y está enamorada y eso me hace mucho daño, pero no tengo a nadie más que a ella y es con la única persona con la que quiero estar, aunque tenga que soportar a ese miserable profesor.

MOMMY, MI NUEVA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora