CAPÍTULO 16. Encuentro

4.1K 241 15
                                    

Habla Natasha:

-Sí, estoy bien Juan, algo mareada con un puntito pero sólo eso.

-Bueno, creo que es hora de que nos vayamos Natasha, es muy tarde, mañana las niñas tienen clases.

-Es cierto, muchas gracias por venir Juan y traerte a Carolina.

-Voy a recogerla a la habitación, ¿vienes conmigo? -Preguntó Juan.

-No, yo me quedo aquí bebiendo un poco más, necesito desahogarme un poco con algo más de alcohol y estar en mi mundo. -Mi mundo... mi mundo ahora es Mía, ahora mi vida tiene más sentido desde que ella está conmigo.

-No creo que sea conveniente que bebas más Natasha, te puedes marear.

-Perdone usted señor dominador pero yo hago lo que quiera, soy mayor de edad.

-Si no fueras dominante ahora mismo estarías sobre mis rodillas pidiendo clemencia Natasha. -Dijo Juan Bromeando.

-No me soportarías jajajajaja.

.¿Tengo permiso para ir a por Carolina a la habitación de Mía? -Preguntó Juan tranquilo de cuál iba a ser la respuesta.

-Sí, claro.


Habla Juan:

Estoy preocupado por Natasha. -Pensé mientras subía por las escaleras. -Ella nunca suele beber de esa forma, algo la está matando por dentro y no me lo quiere contar y ni ella misma lo sabe, debería estar más pendiente de ella, es mi mejor amiga, sé que no estuve en sus momentos más difíciles pero no soy menos amigo por ello, simplemente no pude estar, a cualquiera podría pasarle eso. Menos mal que es un sol de mujer y no me cogió odio por ello.

Cuando entré en la habitación habiendo llamado a la puerta, pues aunque sean niñas tienen derecho a tener privacidad, me dijeron que pasara y las vi a las dos juntas, muy juntas, Carolina explicándole a Mía y Mía atendiendo concentrada, ¡qué felicidad me dio verlas así! Estudiando y siendo conscientes de que ese es su deber, me siento orgulloso de mi pequeña Carolina.

Y tengo miedo de que algún chico pueda hacerle daño, aunque no sé cual es su preferencia sexual, por el momento creo que le gustan los chicos pero nunca me enteré de esa parte a ciencia cierta.

Por otro lado, Mía parece encantadora, aunque según Natasha es muy rebelde, ojalá se le pegue un poquito a Carolina y se defienda, nada me duele más que verla llorar y cohibida en su habitación cuando le hacen tanto vacío. ¿Por qué con ella? ¿Por qué aprovecharse de una adolescente inocente que no molesta a nadie? Definitivamente en este mundo hay mucha maldad.

-Carolina... -Dije suavemente.

-¿Sí, Daddy? -Preguntó ella con una sonrisa maravillosa.

-Ya es hora de irnos cariño, es muy tarde. ¿Habéis aprovechado bien la tarde?

-Sí, parece que Mía en matemáticas no es tan mala sólo que necesita que se lo expliquen bien y el inglés lo tiene que practicar más, en realidad podría ser muy buena estudiante Daddy. -Volvió a decir sonriendo.

-¿Eso piensas de mi? -Dijo Mía sorprendida.

-Sí, sólo necesitas un poco de paciencia y concentración. -Volvió a decir Carolina.

-Vaya... -Dijo Mía sorprendida.

-¿Ves Mía? Si mi pequeña que es tan buena estudiante dice eso por algo será, no seas tan dura contigo misma. -Le dije dedicándole una sonrisa a aquella niña que parecía tan perdida, realmente se le nota que necesita cariño y amor. -Cómo te va con Natasha? Tengo entendido que te recogió de la calle queriendo hacer algo que una niña de tu edad no debería nunca.

MOMMY, MI NUEVA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora