La hija de una billonaria familia desafiará a los poderes más grandes que el dinero en busca de respuestas después de un trágico suceso, en medio de la travesía por encontrar la verdad descubrirá la real forma en como funciona el mundo desatando una...
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Las ansias de adquirir ese pedacito de poder que simboliza el dinero puede llevarte hasta encontrarte con entidades de un nivel inalcanzable por medios propios, los bancos venden seguridad y al mismo tiempo generan riquezas prestando el dinero de sus ahorristas, la inseguridad es la piedra fundamental para su existencia, la cadena se incrementa.
Uno de los grandes con el capital superior al PIB de muchos países era el del grupo SinCorp, la competencia que no tenia relaciones estrechas con los elegidos dejaban de ser una amenaza, otorgaban créditos a naciones enteras a cuesta de obtener una manera tangible y legal para someterlos cuando llegue el momento de cobrar las deudas, control es lo único que importa, más que familias que compartían consanguinidad y una innecesaria habilidad para contar su patrimonio que desde luego se convirtia en simbólico.
Esas paradojas que nos hacen caer en cuenta que lo segundo que más abunda en el mundo es lo absurdo si nos hacíamos las preguntas adecuadas.
Tenían tanta historia en su interior como legendaria por milenios, genealogías que nos conducían al medio oriente a ese pequeño país que era la potencial mundial tras las sombras, que cualquier historiador serio conocía y que bajo ninguna casualidad todas las organizaciones más importantes se remontaban en sus orígenes al estado con dos triángulos enfrentados, quien domina y quien debe ser dominado parecía no tener fin la disputa teniendo en medio a la gran población, aún los favorecidos por mérito propio o de alguna otra índole sufrirían los estragos de la pizca del gran cataclismo que se avecinaba inevitablemente con toda justicia.
En la cabeza de los negocios familiares estaba Cigniew un hombre totalmente pragmático que miraba el dinero con tanto recelo que le costaba desprenderse de ello, deseaba siempre tener mucho más que los otros solo por deporte y usar bien el dinero en lo que valiera la pena, cada centavo contaba cuando te rodeabas con las altas esferas, recostado en su oficina se mostraba muy interesado en lo que escuchaba tras el otro lado del teléfono, pareciera que le estuvieran hablando acerca de algún exquisito manjar que le provocaba lamerse los labios con una facción de impaciencia desmesurada, si algunos eran adictos a cualquier tipo de drogas de las que incluso no estaban clasificadas como propias pero tenían similares efectos destructivos, él tenia sus propios tormentos.
Los rayos del sol atravesaban las vitrinas dejando líneas de luz sombrías impactando contra los mas finos cuadros decorativos de un valor a la par de lo que se ha convertido la sociedad, el trabajo que le había sido encomendado era abrumante pero sentía la necesidad de hacerse cargo personalmente y luego dejar por un buen tiempo las riendas con sus personas de confianza comprada, no era una relación basada en ese sentimiento sin aval que todos necesitaban obtener para entregar algo preciado, la vida cotidiana de un inmensamente rico no solo se basaba en el trabajo que multiplicaba la cavidad de su riqueza, dejar de lado el punto elemental para mantenerse en ese estado de perpetua prosperidad era caer en una decadencia financiera que dejaria de posicionarlos, no se podía ser rey sin ser el lacayo de quien estaba por encima desde el principio, esta era el primer axioma que se tenia que aprender, no había gloria terrenal sin sometimiento de los que por adhesión estaban al lado del gran líder, así pues los mas cercanos a él eran los dueños del mundo actuando como fachada y en secreto planeaban lo próximo que se convertiría en realidad, no importaba si sucedería en décadas o en un periodo corto de tiempo, lo establecido terminaba por ocurrir y solo los estudios no serían los sorprendidos.