The world is mine

Parte 12

Cualquiera que entiende de maldad pensaría que le queda demasiado por aprender y estaba equivocado, lo esencial se reducía a muy poco.

Marco conducía sin quitar la vista de la carretera, me mantenía pensativo de sus propios asuntos del corazón disfrutando de la música de sus auriculares, después de todo era mejor que escuchar el silencio que se apoderó del espacio, solo podía ser completamente transparente con una sola persona cual espejo tuviera al frente, el celular marcaba aún varios kilómetros que recorrer conducidos hacia las afueras de la ciudad, motivado por el hambre no se resistió a probar la comida rápida que tenía a su lado.

Decidió concentrarse también en comer para evitar hablar, había quedado como una inconsciente y en efecto lo era, de los cuatro la más rica y a la vez la más pobre, se iba dando cuenta que no estar en paralelo mostrándose escéptica era una falta de compromiso y de voluntad, no podía llamar tontería a lo que no terminaba de comprender, la comida le supo mal, no por el sabor si no por el condimento de sus pensamientos.

— Quiero que sepan que estuve viendo algunas páginas de conspiraciones como tanto querían

— ¿Cómo cuales? —Emelo no lo podía creer

— Pues... liberte.org, therealmind.en, telorecuerdo.com o elerrordesatan.com

— Interesantes —la felicita entusiasmado—Luego te paso algunos links, eso si, tendrás que seguir mis pasos al pie de la letra

— Es todo lo que pude encontrar, hay mucha basura en internet nos les parece

— Solo bastaba con desempolvar esos libros que tienes en desuso

— Arriba es más difícil evadir al motor de búsqueda, es bueno saber que aún sobreviven plataformas en contra de la censura y no hace falta ir abajo ¿Qué si hay un video que te enseñe a como curarte los ojos con limón? quien mas que uno para darse cuenta de lo que es contraproducente y lo peor es que te bajan los videos que son una fuerte critica bajo cualquier excusa.

— Tranquilo Emelo, tranquilo

— ¿Marco estas bien? —indagó Vaarin notando su semblante preocupado

— Lo sé pero te evitas riesgos —contesta

— ¿Qué? ¿Estas aquí? —no lo conocía lo suficiente para saber que dentro de su cabeza hay una disputa por el poder, por su bien tenían que llegar a un acuerdo y depurar los pensamientos errados.

Para buscar información en internet no hace falta visitar paginas que aseguran tener pruebas de la incertidumbre llamada área 51, mientras algo permanecía en la cuerda floja de poder ser real o falso, ganaban adeptos, ignorando las cuestiones que hablan sobre el origen.

— Llegaremos en aproximadamente media hora

— Eliza quiero ser tu amigo, tus amigos, no dudes nunca lo mucho que eso significa ¿de acuerdo?, gracias a ti hemos salido de esa cueva, me veo por el retrovisor y no puedo creer en serio que estemos acá

— ¿Siempre es así de intenso tu amigo?

— Cada día

Congeniaron para bien, vivir una vida sin amigos te sumerge en un espiral de posibles malas decisiones, cuando te sentías respaldado pensabas en ti el doble de como lo harías estando solo, procurando hacer las cosas mejor en representación del cariño que tenias por tus preciados lazos, convirtiendo tu vida en más llevadera, los triunfos compartidos y tristezas colectivas son una bonita manera de vivir.

— Antes de llegar quisiera decir unas palabras —Vaarin estaba dispuesta a expresar lo que sentía, sin restricciones

— No tengo idea del porqué ni tampoco sé cuales sean las intenciones de enviarnos a este lugar, estoy segura que el hecho de que nos conozcamos no fue un accidente, no crean que no me siento mal por todo el daño que causa las corporaciones de mi familia, tener que ser callada desde pequeña sin derecho a réplica, así fui criada, estoy segura que puedo ser una dinamita si me lo propongo, me cansé de solo observar