Parte 2

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Despreocupada y decidida buscaría resolver la duda que la condujo hasta el borde del segundo sueño, no le importaba que la vieran dejando un rastro húmedo de gotas a su paso, si nadie era capaz de comprender lo que sentía por dentro, podrían interpretar lo que vieran sin importarle lo más mínimo, el como había conducido su vida hasta antes de lanzarse al agua era el inicio de su gran embestida contra los recovecos de su vida pasada.

Atrás quedó el soporte de la influencia que siempre había tenido el lujo de servirle, como le pasaba a muchos necesitaba sostenerse por si misma sin esperar que alguien viniera a levantarla, el agua con sus múltiples beneficios lo había hecho una vez más actuando como agente transformador de una potencia mayor a cualquier elemento.

Sentado miraba como el resto la pasaba en serio muy a gusto realizando deportes sin que él interviniera, detenía su vista en los cuerpos que se movían como si no hubieran un mañana concentrados en disfrutar de la sociabilidad, la atracción física desde siempre había sido el opio de como empezar a conocerse tal cual lo era leer periódicos y pretender querer informarse en el intento, la única manera de caer bien en el círculo preciado de los aceptados era tener la suficiente habilidad por actuar como estaba ya normalizado, que por desgracia no hacia efecto entre algunas personas.

Cansado de ver lo mismo entrelaza por casualidad miradas con la responsable de la humedad en el pavimento dejándolo avergonzado tras ser descubierto, supo que necesitaba de su ayuda y nada mejor que darle uso a la toalla ploma que usaba en su cabeza para protegerse del sol que de por si estando quieto no hubiera podido absorber nada.

Cambiaba su trayectoria inicial interrumpiendo sus pasos ya dados, indeciso retrocede y se detiene mostrando una sonrisa amable, esperó lo necesario hasta verla acercarse unos metros, no lo pensó demasiado y totalmente sonrojado extendió sus manos entregándole la toalla, su experiencia entablando conversaciones con chicas eran contadas al igual que con cualquiera en general, ella lo miró con extrañeza pero acepto el acto de ayuda con gentileza.

— ¿Tú quién eres? no te había visto antes—secaba su rostro y cabello, aun empapada era preciosa y sus atributos resaltaban más poniéndolo sumamente nervioso

— So..soy Emelo Brank —titubeaba alcanzando a terminar su nombre a duras penas

— Debo irme, gracias por el detalle, esos tontos del fondo no te merecen —continua su camino deteniendo la poca fluidez de su conversación

— Espera un segundo —se le quiebra la voz

Voltea a verlo sorprendida, se había puesto la meta de solucionar sus problemas sola, que mejor compañero que ser tu propio compañero sin dejar tregua a la traición, la inseguridad del chico le provocaba ganas de abrazarlo por muy extraño que eso pudiera parecer, dentro suyo ya no estaba su vanidad y altanería que siempre la acompañaron a lo largo de sus días.

— Es que te llevas mi toalla —señala con el dedo la prenda trayéndola de nuevo a tierra

— ¿Que despistada no? ten —se la extiende con cuidado, él la recibe con el doble de precaución, deseaba tanto que nevara para ocultar sus orejas y también para enfriarlas.

— En realidad esto no es importante —la trata como si después de haber sido usaba por ella hubiera quedada encantada —solo quería preguntarte por que caminas mojada.

— Me gustaría contarte pero es una larga historia y no creo que te guste

— ¿Bromeas? Me encanta escuchar a la gente ¿espera dije eso en voz alta? Lo siento es que cuando me pongo nervioso mi mente y mi boca no se ponen de acuerdo

— No tienes por que estarlo, solo soy una simple chica

— Pienso que eres mucho más que eso —no estaba seguro de si fue él quién pronuncio esas palabras

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