CAPÍTULO 5

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Venus.

Estoy a mitad de mi primera cerveza cuando me percato del par de rubias-idénticas bailando en medio del salón como si fueran las reinas de la noche. Dallas y Blake tienen atuendos opuestos que al mismo tiempo combinan a la perfección siendo un conjunto ideal para las gemelas. Mientras Diana me presenta algunos chicos que parecen estar en desesperada atención sexual, me distraigo cuando ambas rubias se acercan a mi, con una entusiasta sonrisa.

—¡Venus, preciosa! Que sorpresa encontrarte en una de estas fiestas. — Dallas me abraza antes de depositar dos besos en mi mejilla y a continuación, Blake repite su acción. —Hace unos días le estábamos diciendo a papá que queríamos invitarte a salir.

Me comenta ella casi gritando. No pierdo el tiempo en darme cuenta del familiar aroma que ambas sobrellevan. La mezcla de sus perfumes y los porros junto al alcohol es detectable ante cualquier persona.

—¿Como estás llevando esto de adaptarte a un nuevo mundo? — Blake me pregunta con una sonrisa amigable.

—Boston es un ambiente ciertamente distinto, pero puedo acoplarme con facilidad. Apenas hace tres horas me enteré de esta fiesta y pensé en que sería bueno para conocer este nuevo mundo y su gente. — les explico y busco con la mirada a Diana quien se supone está buscando unas bebidas. —He venido con una amiga. ¿Ustedes qué tal? No esperaba verlas en una fiesta de escuela.

Ambas se ríen cómplices.

—Oh cariño. Estas fiestas son todo, menos de escuela. Unos amigos nos invitaron y bueno, aquí llegamos.

Dallas se mueve bailando un poco sobre la música electrónica que resuena en la casa. El bullicio se vuelve cada vez más fuerte y ellas aún mas animadas, en cambio no veo a Diana por ninguna parte.

—¿Dónde está tu amiga, Ve? — me pregunta Blake al darse cuenta de que ha pasado un tiempo y Diana aún no regresa con las bebidas.

Me encojo los hombros sin saber que responder. No se a donde demonios fue o si esa bebida estaba en Seven Eleven. Veo la intención en su pregunta y sonrió.

—Seguramente se ha distraído. — le respondo restándole importancia al asunto.

—Entonces ven con nosotras. — me dicen—. Recién vamos a encontrarnos con el resto de los chicos y fumar un poco. ¿Fumas? — Dallas me pregunta. Parece intrigada por mi respuesta, mientras su hermana le golpea con su codo, avergonzada.

Doy un sorbo a mi cerveza y sonrió una vez más.

—La pregunta ofende.

Ambas comienzan a reír aliviadas por mi respuesta, entonces me arrastran entre el gentío y llegamos al enorme jardín donde la fiesta parece ser un poco más calmada pero igual de divertida. Una piscina iluminada en púrpura neón, gazebos donde se aglomeran grupos, y un tablado cercano a una fogata donde la gente baila en descontrol. Ese es el ambiente del exterior de la residencia.

Las tres tomamos asiento en el borde de la piscina con nuestras piernas sumergidas en el agua, luego de quitarnos los zapatos.

—¿Has ido a la playa? — me pregunta Dallas encendiendo un porro. Tras dos caladas me lo entrega y por mi parte doy varias caladas antes de pasarle el turno a Blake.

Niego exhalando el humo.

—Lo mas cercano que he podido estar ha sido cuando nos invitaron a cenar. — murmuro un poco desinteresada. No es que fuera amante de la playa. No importase cuanto ame nadar y practicar mis habilidades en el deporte acuatico, luego de vivir tanto tiempo en Nueva Inglaterra, te acostumbras a un clima bipolar y tormentas de invierno repentinas. —Tal vez solo es cuestión de tiempo para enamorarme del mar y su cálido aroma.

El Sabor de VenusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora