El Sabor de Venus

CAPÍTULO 10

CAPÍTULO 10

Venus.

Stephanie: ¡VENUS ELISE LEWIS, YO NECESITO DETALLES! Pero para ayer, ¿Lo captas?

—Creo que este vestido te quedará perfecto para la cena. — escucho a mamá decirme del otro lado del estante de vestidos. Estamos en una tienda de diseñador con precios elevados de tres dígitos. Segundos después la veo asomarse sosteniendo un hermoso vestido de hombros libres. —¿Te gusta?

Asiento con la cabeza volviendo mi vista al vestido verde-militar que sostengo en mi mano, es similar al que mamá sujeta, la diferencia es que el mio es largo con cortes en ambas piernas para dejarlas libres, con un cuello de V y tirantes finos.

—Me gustan los dos. — le contesto sintiéndome indecisa ante la selección de vestidos.

Mamá me había invitado a ir de compras en la mañana mientras preparaba el desayuno. Su excusa de tener nuestro primer Acción de Gracias en California, y de paso ser invitados de Rowan Walker en su majestuosa residencia junto a la playa, eran razón suficiente para venir a comprarnos unas cuantas prendas y explorar el centro comercial. Aún cuando su buena intención de gastar unos cuantos dólares en cosas materiales era real, se que es una excusa más para hablar del tema que llevo tiempo intentando ignorar.

—Entonces tomemos los dos. — murmura restándole importancia al asunto. —¿Qué tal un bikini? — me pregunta señalando el área de los bañadores. —Estamos en el Pacífico, mi amor, es tiempo de hacer cosas nuevas. Ir a la playa y hacer cosas divertidas. ¿Tal vez en verano Dexter pueda venir? — me dice entusiasmada por la idea.

A medida que nos acercamos al área, intento permanecer serena ante sus intentos por sacar alguna información. Se que Ezra les había dicho sobre mi ruptura con Dexter. ¿Entonces porque pretende no saber nada haciendo preguntas y comentarios absurdos?

—Mamá. Se que sabes que termine con Dexter. No hace falta que finjas ni pretendas. — murmuro sonriéndole. —Fue lo mejor para ambos.

Le aseguro sin dejar de sonreírle. Veo los bikini sin saber cuál, de ellos elegir, mamá en cambio recorre el estante uno por uno tan emocionada como si fuera ella quien modelará las prendas. Es en ese momento que mi celular vibra en el bolsillo de mi pantalón encontrándome con un nuevo mensaje.

"Deberíamos ir al parque Griffith. Tienen un paseo para correr y caminar. —Ezra"

Cuando pienso que mi humor no puede mejorar, mi hermano me hace reconocer algo; soy una adicta. Él me tiene adicta.

—¿Qué es tan gracioso? — me pregunta mamá mirándome desde el otro lado.

—Un mensaje de Stephanie.

Mentirle a mamá no es algo que acostumbre, pero en el caso de que ella descubra que tengo constantes conversaciones con su hijo, seguramente le parecerá extraño que, de ser como perros y gatos, pasamos a ser los mejores hermanos.

—¿Estará viniendo en navidad?

Cuando aun nos encontrábamos en Boston, hicimos el comentario de invitar a mis amigos para navidad. Siempre he tenido la ventaja de tener ambos padres profesionales. Un abogado y una doctora se convierten en un factor de confianza ante otros padres. Gracias a esto, los padres de mis amigos confían enteramente en el buen juicio de los mios.

—No creo que todos quieran venir, pero Stephanie ha dicho hasta ahora que si— murmuro desinteresada. —Tampoco creo que Dexter este dispuesto a venir, después de todo hemos terminado.