A veces los cambios suceden para brindarnos un mejor futuro. Mudarme de Boston fue seguramente lo mejor que pudo haberme sucedido en mucho tiempo porque ahora los tengo a ellos; Ezra y a los hermanos Armstrong.
Soy Venus Lewis, adicta al éxtasis de...
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VENUS
— Gatita, ¿Me estás prestando atención? — escuchó a James a lo lejos. Se que está a mi lado mirando su celular mientras "vemos anime" en su habitación pero para mi se encuentra muy lejos. También se que tiene el porro entre sus dedos y me está hablando.
Hemos estado fumando desde que llegamos a su casa, luego de comer pasta hecha por su tía. Estoy acostada en su cama con la cabeza sobre uno de sus peluches. Levantándose, tomó el porro de sus dedos dándole una calada profunda.
— Honestamente, no. ¿Qué decías? — le pregunto antes de devolverle el porro. Puedo notar su mirada, y la ignoró por completo.
— ¿Que demonios te sucede? — me cuestionó, preocupado. Se que lleva preocupado por mi desde el viaje a Las Vegas. Es precisamente por eso que desde la partida de Stephanie ha intentado permanecer cerca de mi, y honestamente aprecio que lo haga.
Pero nada arregla como me siento.
— No lo sé, James.
Le miento.
Se perfectamente que sucede conmigo, se porque me siento tan perdida y miserable. Y no puedo dejar de odiarme por ello; insensata, egoísta y celosa. ¿Cómo puedo sentirme de esta manera ante algo que ni siquiera estaba en nuestras manos?
— ¿Crees que no lo he notado? — me cuestiona, ahora viéndose evidentemente molesto. — Se que le estas comprando polvo a Caleb, él me lo ha dicho. Estamos preocupados por ti, Gatita.
Maldito traidor, Caleb.
— ¿Ezra sabe que estás consumiendo? — me pregunta, y tan solo al escuchar su nombre, Dios. Mi sangre hierve.
— ¡Y qué demonios le importa a Ezra lo que hago! — no puedo contenerme al gritarle, se que es parte de todo lo que tengo en el sistema.
Estoy fumada, drogada hasta la médula y llena de cólera.
James parece sorprendido por mi impulso, por cuan enojada me siento y posiblemente, me veo. Estoy segura de que piensa que estoy exagerando, porque ni siquiera ha pasado tanto tiempo y "aun seguimos siendo novios" pero yo no lo siento de ese modo.
—Venus, él volverá — me recuerda con voz serena, intentando calmar mi inseguridad—. Es solo que las cosas han cambiado y necesita más tiempo.
— ¡Lo sé, vale! ¡Lo sé! — me levanto de la cama y me peino el cabello con mis dedos. La frustración me calmó. Estos malditos celos y esta maldita inseguridad. — Es ella, simplemente es ella. No puedo sentirme tranquila cuando veo lo que ella publica en las redes. Mucho menos cuando se que ella esta allá, junto a él.