El Sabor de Venus

CAPÍTULO 30

Sin editar. 

No olvides votar y comentar. 

VENUS

Despierto en los brazos de Alex con una jaqueca horrible. Estoy adolorida, no obstante, lo ocurrido es suficiente para hacerme olvidar cualquier malestar. Me muevo queriendo salir de la cama sin despertarlo. En lo que fallo magistralmente porque su pregunta me detiene.

― ¿A dónde vas? ― su voz es soñolienta, sin embargo sé que está feliz ―, es muy temprano para irte, ven aquí, preciosa.

Volteo, encontrando su mirada aun con los ojos entreabiertos.

― Debo regresar a casa, Alex ― le recuerdo, aun cuando quisiera permanecer acurrucada en sus brazos ―. Mi padre seguramente piensa que estoy con James y las gemelas, no le he dicho que pase la noche con ustedes, aun.

― Déjame llevarte a casa, para él soy tu novio después de todo ― me pide, arrastrándome a sus brazos ―. Pero primero, déjame abrazarte un poco más.

No lo detengo, me sumerjo en sus brazos aspirando su olor. Cierro los ojos dejándome llevar.

― ¿Sabes? Nunca me había sentido tan bien con alguien, eres distinta a todas esas mujeres que siempre llegaban por nuestro dinero, por nuestro estatus social ― murmura él.

Alzó la mirada para verle, mientras acaricia mi cabello parece estar pensando.

― Solo ustedes tienen la capacidad de verme como una chica distinta al resto, pero soy como cualquier otra persona, soy común, Alex ―. Me encuentro hablando en voz baja, porque de repente me hace sentir como si tuviera que recibir un trato especial por parte del resto del mundo.

El niega, sonriendo.

― No importa cuanto lo niegues, Reina, aceptalo ― me pide, acariciando mi rostro ―. Es la primera vez que nuestros padres aceptan a una mujer, y diría que es la primera vez que se ven genuinamente atraídos porque te llevamos a la casa con regularidad.

Sus palabras me sorprenden, tanto que debo repetirlas en mi cabeza antes de reaccionar.

― ¿Tus padres quieren que visite su hogar? ― le pregunto, aún perpleja.

Alex asiente.

― Mamá nos dijo; ya era hora de tener una joven decente con la que ella pudiera salir de compras y compartir. Quiere tener tu numero, aun no se lo hemos dado pero sabemos que ella tiene sus métodos, es solo cuestión de tiempo para que sepa la dirección de tu casa ― me dice, riendo levemente. Viéndose un poco avergonzado.

― ¿Bromeas? ― mi voz sale aguda y mi expresión es un poema para él, quien comienza a reír ―, Nunca he tenido una suegra, bueno, si, pero eso no cuenta. Además, maldición, yo no se como comportarme con alguien de la alta sociedad, y tu madre es muy de la alta sociedad.

― Simplemente se tu, ella no necesita que actúes siendo alguien que no eres, muéstrate como eres y sé feliz. Mamá seguramente vaya a regalarte cosas, es lo que le gusta hacer, no lo niegues ― me explica, con detalle.

― ¿Regalos? ― cuestionó, entonces niego ―. Ay no, de verdad, que vergüenza.

Alex besa mi hombro antes de levantarse.

― Anda nena, no tienes que sentirte así. Es una nueva etapa, solo dejate llevar y acepta las cosas buenas ― me guiña.

Luego de darme una ducha en la que la boca de Alex me lleva al orgasmo, nos vestimos y nos reunimos con el resto, a excepción de Devon. Tobias al verme sonríe y me deja un asiento a su lado, me siento y beso su mejilla.