Venus.El lunes llega sin darme tiempo a recuperarme de mi borrachera, y tras ello un sin número de repercusiones ante mi primera fiesta. Primero, me he despertado tarde. Esto no está mal. No obstante, el domingo no hice otra cosa que dormir. Así que, ante los ojos de mis padres, levantarme tarde para ir a la escuela, si está mal. Segundo, he olvidado mis tareas. Puedo hacer cualquier cosa, excepto dejar mis estudios para el final. Por último, e ignorado a mis padres el resto del fin de semana. Ahora bien, lo que no he podido ignorar ha sido la expresión de desagrado en el rostro de Ezra cuando nos montamos en su Lexus esta mañana, y durante todo el trayecto rumbo a la escuela, pude sentir su mal humor. Para mi desgracia siento que su estado de ánimo está relacionado con mi llegada de la fiesta la madrugada del sábado. Y es que no logro recopilar lo que sucedió tras Ezra recibirme en la puerta principal de la casa. El temor aún se encuentra presente en la boca de mi estómago cuando por fin tomo asiento en el aula que ya tiene algunos alumnos sentados en sus respectivos lugares. Llevo un hoodie que dobla mi tamaño, suficientemente grande para esconderme y dormir un poco antes de que el profesor aparezca. Aun cuando intento no pensar en nada, mi mente regresa a la expresión de mi hermano y como decidió ignorarme de la manera más cruda durante todo el camino. Me pregunto mil cosas e intento recordar si dije o hice algo indebido. Tengo la costumbre de meter la pata cuando estoy bajo los efectos del alcohol y las drogas. Tonterías por las que al día siguiente termino riendo o lamentando.
Bajo mi lluvia de pensamientos alguien repentinamente mueve la capucha de mi hoodie dejando libre mi cabello. Posteriormente la mano de la persona aprieta mi brazo moviéndolo de manera inquietante y molesta. Abriendo los ojos, elevo la mirada para encontrarme con Diana. Lleva sus lentes puestos, y su pelo en una coleta alta. Se ve refrescante y su maquillaje sencillo, pues siendo lunes es una sorpresa que no lleve un estilo un poco más pronunciado. Le encanta maquillarse.
—¡Maldicion, Ve! — suelta un suspiro de alivio llevando su mano al pecho. —¿Sabes lo preocupada que estuve por ti? No respondiste mis llamadas ni mensajes en todo el día. Estuve a punto de ir a tu casa y ver si estabas viva.
Me acusa al borde de la histeria, y ciertamente eso empieza a agobiarme. Es muy temprano para lidiar con esto. Por un momento la encuentro examinando mi rostro y en un abrir y cerrar de ojos saca de su mochila un labial. Veo como acerca el brillo de una tonalidad rosa pálido, y como acto reflejo me alejo de ella.
—¿Qué haces? — le cuestiono aturdida. Mi expresión de confusión la hace rodar los ojos.
—Nena, pareces un zombie. Al menos ponte un poco de humectante en los labios. — me indica entregándome el brillo. —¿Con quién te fuiste de la fiesta? Te busqué por todas partes y no te encontré.
Tomo un poco del contenido en la yema de mi dedo antes de repartirlo por mis labios, seguidamente muevo mis labios haciendo fricción asegurándome de que esté correctamente distribuido. Mi mirada se centra en ella y tras limpiar el dedo en mi pantalón me rio sarcásticamente. Diana es suficientemente astuta para reconocer el sarcasmo en mi expresión.
—Las gemelas tuvieron el buen gesto de llevarme a casa ya que mi supuesta compañera de fiesta, y quien me invitó en primer lugar, me abandonó casi toda la noche. Tanto así que cuando ocurrió la huida; ni ella, ni su auto, estaban en la zona. — le digo sin remordimiento alguno. —Gracias, por cierto.
Ella se ve ciertamente aliviada y eso me enfurece. ¿Qué demonios le alivia? Repentinamente al aula entra Emir y James, y es cuando todo encaja.
Le alivia que no me haya marchado de la fiesta con James.
—Al menos no te fuiste con James. — y allí está, aclarando mis dudas. —Nena. Él no es bueno para ti, y te lo digo como si fueras mi mejor amiga. — susurra tras notar que el susodicho ya se encuentra entre nosotras.
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El Sabor de Venus
RomanceA veces los cambios suceden para brindarnos un mejor futuro. Mudarme de Boston fue seguramente lo mejor que pudo haberme sucedido en mucho tiempo porque ahora los tengo a ellos; Ezra y a los hermanos Armstrong. Soy Venus Lewis, adicta al éxtasis de...