Becker
Me tumbé en la cama, agotado. Automáticamente me invadió esa sensación de vacío a la que estaba acostumbrado minutos después de acabar lo que había ido a hacer.
—Te extrañaba... —Emma se acomodó en mi pecho.
Me congelé. Detestaba que me abrazaran, no me gustaban los arrumacos luego del sexo. Lo sentía demasiado personal, como si invadieran mi espacio, de alguna manera.
Puede sonar estúpido, porque, digo, ¿acaso hay algo que invada menos el espacio personal que el follar con alguien?
Pero el cariño me tornaba jodidamente arisco.Carraspeé, mirando el techo, sin corresponder su abrazo.
Me acarició, haciendo círculos en mi piel con el dedo índice, molestándome. Era como si me estuviesen raspando la piel con una navaja. Lo aborrecía.Me levanté de la cama, forcé una leve sonrisa y agarré mi bóxer, que estaba tirado en el suelo.
—¿Qué haces?
—Me visto —respondí con lo obvio, mientras me lo ponía.
—¿Por qué nunca puedes quedarte? —se sentó en la cama—. ¿Por qué no puedes dormir conmigo?
—Porque me levanto temprano.
Entré al baño, tiré el condón al tacho de basura y me aseé lo suficiente como para poder vestirme e ir a casa a ducharme.
Sabía perfectamente que se venía el planteo y no tenía ganas de escucharla.Salí del baño y, mientras me vestía, la veía observarme desde su lugar, cubriéndose con las sábanas.
Subí el cierre de mis pantalones.—¿Tienes idea de a dónde fue a parar mi camiseta? —miré a mi alrededor, pero no la encontraba.
—No te vayas... —suplicó—. Quédate. Una vez en tu vida quédate y abrázame para dormir.
—Emma, linda... —me acerqué a ella unos pasos, cuidadoso.
—Eres una mierda —espetó, meneando la cabeza con indignación—. Ni siquiera puedes darme eso.
—Quiero estar en casa, llegué hace una semana. Quiero ver a Luna, a mi abuela, a mi madre. Mañana temprano entreno, luego tengo que cuidar de mi hermana.
—Puedes irte temprano. Te has ido mil veces a las seis de la mañana luego de follar toda la noche. ¿Es eso lo que soy para ti? ¿Un agujero y ya? —continuó, con un mohín de asco, lo que me sorprendió, porque hacía unos minutos me miraba de otra manera.
Reí con ironía.
—¿Y yo que era para ti hace unos años? ¿El amor de tu vida? —arqueé las cejas—. Siempre tuvimos esta relación, Emma. Somos amigos que la pasan muy bien juntos. ¿Por qué arruinaríamos eso?
—Sabes que te amo. Lo sabes hace tiempo.
—¿Qué es eso de que me amas, Emma? ¡Vamos! No me amas. Te gusta cómo la pasamos y ya.
¿Dónde mierda está mi puta camiseta?
Continué buscándola. No estaba bajo la cama, no estaba en el suelo...
—¡¿Vas a decirme tú lo que yo siento por ti?!
—¿Dónde mierda ha ido a parar? —mascullé, mirando bajo el escritorio.
Me la lanzó con fuerza, haciéndola una bola.
—Vete —ordenó, furiosa.
Eso estoy haciendo. ¿Acaso no ha quedado claro o qué?
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Y Todo Por Ese Error #1 ✓
RomancePrimer libro de la bilogía: "Somos Supernova". Sinopsis: Aria Miller se instala a vivir en el pueblo de su madre en su adolescencia y conoce a su primer amor, Liam Becker, el perfecto cliché. Es atractivo, malo y tremendamente seductor. Incluso si...