Capítulo 16

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Nota: Van a encontrar una canción en loop abajo. Pueden pausarla cuando lo crean necesario ;)

Enjoy 🌀

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Aria

—¡Cielo! —me gritó desde la cocina—. ¡Vamos, es tarde!

Corrí hacia donde estaba él, todavía con el cabello húmedo.

—Es tu culpa —acusé, abotonándome la camisa.

—De hecho, es tuya —tomó un último sorbo de café y dejó la taza en el lavabo—. Te paseaste desnuda frente a mí.

—Entonces la próxima vez me vestiré en el baño —bromeé.

—Creo que sería una buena idea, pero sólo cuando estemos apurados —me sonrió de lado—. Vamos, cielo, termina de vestirte de una vez.

Asentí.
Escondí el final de mi camisa dentro de la falda y me subí el cierre. Tomé mi bolso y móvil, junto con un abrigo bastante grande para no morir de frío.

—Yo quería un café —me quejé.

—La próxima vez intenta no demorar un siglo en vestirte —rio—. Vamos, pídele uno a tu secretaria apenas llegues. Tengo una hora y media para dejarte y llegar al aeropuerto a tiempo —dijo, mirando su reloj de mano.

Resoplé y salimos corriendo.
Subimos al coche y comenzó a conducir un poco pasado el límite de velocidad.

—Oh, ¡para, para, Frank!

—¿Qué sucede? —preguntó, sin detenerse.

—¡Hay una mariposa atrapada en el limpiavidrios del coche!

—Debe estar muerta, cielo.

—¡No lo está! —siguió conduciendo—. Frank, va a morir por estar así...

Pero el destino le dio otra oportunidad a la pobre mariposa, poniendo el semáforo que estaba frente a nosotros en rojo.
Me bajé rápido y la liberé con suavidad del limpiavidrios. Estaba bastante malherida.
Subí al coche con ella en mis manos y la miré con tristeza mientras intentaba moverse.

—Oh... Pobrecita.

—¿Y?

—Creo que va a morirse... —repliqué con tristeza.

Apretó los labios.

—Tienen el olfato en las antenas —hablé en voz baja—. Qué loco, ¿no?

—Mhm —siguió conduciendo cuando la luz se puso en verde—. Conduce, conduce... Carajo —habló con molestia por la lentitud de los demás coches.

Era viernes y el receso de invierno daba comienzo el lunes. Debido a eso, había muchísima gente en el pueblo —que no estaba muy preparado para tantas personas—.

Todo se debía a que, gracias a la constructora, se habían abierto varios lugares de atracción.
Miradores que daban al bosque, río y lago. Cines, un parque de diversiones, etcétera.

Además de que, el primer proyecto de Luca se presentó y llevó a cabo apenas se recibió: un puente que conectaba a Dracdale directamente con una ciudad que se encontraba, ahora, a pocos kilómetros de distancia —"ahora" porque antes, para llegar, había que ir por ruta y costear varios pueblos—. Las horas de viaje se redujeron significativamente, así que Dracdale, de repente, había cobrado vida.
El aeropuerto más cercano se encontraba en esa ciudad, así que también le era bastante útil a Frank que, atravesándolo, podía llegar en tan sólo una hora.

Y Todo Por Ese Error #1 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora