Y Todo Por Ese Error #1 ✓

Capítulo 18

Nota: Van a encontrar una canción en loop abajo. Pueden pausarla cuando lo crean necesario ;)
Les recomiendo leer esa escena con la música, les aseguro que va a darle algo extra.

¡Nos vemos más abajo!

Enjoy 🌀

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Aria

La estaba pasando mal. Muy mal. Terriblemente mal.
El domingo por la mañana desperté enredada en sus brazos... Y entré en pánico.
No supe qué hacer, cómo reaccionar, qué iba a decirle exactamente después de haber dormido con él, de haberle dicho con un gesto que yo también lo extrañaba, después de casi haberlo besado.

Eran las seis de la mañana y me escabullí. Gracias a todos los santos no despertó.
Todos dormían. James abrazaba a Venus, Noah a Oliver, Liam... bueno, en ese momento, a nadie. Ya no.

Me hubiese gustado ver la reacción de Oliver cuando notara que Noah estaba prendido a él como una garrapata... Pero corrí al elevador y subí a mi departamento.

El silencio inundaba cada ambiente de mi casa. Y, la oscuridad, a causa de que el sol todavía no había salido, también.
Por un momento pensé en volver y acomodarme en ese lugarcito, entre sus brazos, resguardada de los entes malignos.
Cada sombra que veía se parecía bastante a esa persona que caminaba como cangrejo.

No más películas de terror para mí.

Encendí cada preciosa luz que encontré en mi camino, puse mi móvil a cargar y volví a acostarme. Esta vez, en mi cama. Mi cama... y la de mi novio.

Mi novio, que estaba trabajando, mientras yo dormía abrazada a otro chico al que, probablemente, hubiese besado si mi salvadora Venus no hubiese gritado, asustada por la película.

Di vueltas en la cama pensando en lo que había hecho, en que no podía hacerle algo así a Frank.
Incluso pensé en llamarlo y decirle, porque la culpa estaba matándome. Pero no tenía sentido. No, porque ¿qué le diría exactamente? ¿"Dormí con mi ex y casi lo beso, pero al final no lo hice"? No.

Como había dicho mi sabia cuñada: "Ojos que no ven, corazón que no siente".
Por lo pronto, me servía consolarme con eso.

Primero tenía que hablar con Becker. Pedirle que me diera un respiro para poder pensar y, luego, tomar una decisión.

¡Pero es que no tenía sentido!

Más allá de que tendría que dejar atrás proyectos, una relación larga, más allá de los momentos vividos, de su duelo, más allá de todo, amaba a Frank. En verdad lo amaba... Tanto que también extrañaba besarlo, también quería abrazarlo, reír con él.

Tenía que tomar una decisión que daría un giro de ciento ochenta grados a mi vida... Y no era fácil.

Eran las seis de la tarde cuando, en un intento desesperado por respuestas, llamé a Kimmy, que atendió pasados unos segundos.

Apenas pude verla, me arrepentí un poco de haberlo hecho.
El momento, evidentemente, no era el mejor —aunque a ella parecía importarle poco—.
Estaba despeinada, con las mejillas sonrojadas y en brasier.
Bueno, ya saben lo que significa eso, ¿verdad?

—¡Bebi! —exclamó, tumbándose en el sofá.

Un chico pasó en bóxer por detrás de ella.

—Eh... Te... llamo en otro momento, ¿sí?

—¡¿Qué?! No —hizo carita triste—. ¿Por qué?

—Estás ocupada —dije, marcándole que era obvio a lo que me refería—. No es nada importante, no te preocupes.