Capítulo 27

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Becker

Bueno, es mi turno de hablar. Ya era hora, ¿huh?

¿Qué tal todo, bellezas? ¿Se están portando bien? 

Mi idea es, antes de mostrarles qué tal va mi presente, comentarles un poquito acerca de un pasado que, si bien es bastante cercano, yo lo siento a décadas de distancia.
No voy a ahondar en él ni a contarles qué fue de mi vida estos últimos años lejos de ella... porque no hubo nada nuevo. 

Al contrario de Aria, no volví a enamorarme. Estuve con mil chicas... ninguna me hizo sentir nada. Es curioso que ella pueda generarme tantas cosas. Hasta el día de hoy me pregunto qué es lo que tiene... pero no logro encontrar una respuesta. 

Sí, es jodidamente preciosa... pero no es sólo la belleza lo que me atrae de ella. Sí, es un reto constante... pero no es lo difícil lo que me trae loco —o, por lo menos, no de una buena manera—. Es inteligente, curiosa, intrigante, seductora en exceso la condenada... pero son cualidades que podría encontrar en cualquier otra chica. 

Hace un tiempo leí una frase de un tipo que se llamaba Gabriel García Márquez... Y dice más o menos así: "Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo"

Creo que esa es la razón por la cual no puedo dejar de verla como a la chica perfecta para mí. Cada vez que está cerca, no me reconozco. Paso a ser otra persona, como si pudiese pulirme hasta sacar a relucir a mi verdadero yo. 
Me serena, me aclara la mente, me distrae, me sana. Con ella he logrado hablar cosas que jamás había podido poner en palabras. Me hace sentir pleno, completo, tranquilo. 

En otras palabras, creo que es así. Creo que la razón de la intensidad de lo que siento por Aria es que la amo por quien soy cuando estoy con ella.
Mi intención es mostrarles, muy brevemente, cómo es que cambian las cosas cuando ella no me ronda.  

Cuando se trata de Aria Miller tengo un serio problema: No logro contener ni controlar nada.
Todo lo que digo, lo digo sin pensar en las consecuencias. Las palabras salen de mi boca sin siquiera detenerme a corroborar si la estoy cagando —cosa que, normalmente, es lo que está sucediendo—.

Pero cuando me dijo que me amaba mi mente quedó en blanco. Sólo me mantuve estático, mirándola como un imbécil.

¿Saben cuántas veces soñé con ese momento? Y no lo cuenten por ahí, porque lo negaré.
Y no por ser cursi, sino porque, joder... he sufrido como un condenado por ella.
Despertó algo en mí que no tenía idea de que existía; algo que me hizo vulnerable... Y luego se retiró, haciéndome mierda —sí, entiendo por qué lo hizo... pero todavía duele un poco—.

Volvimos a vernos, en la fiesta aniversario, y me dijo que sentía amor por mí... Pero no quiso jugársela por nosotros.

De pronto se esfumó y, por un tiempo, creí que la había superado... Hasta esa videollamada del infierno. Y sí, hablo en doble sentido, porque estuvo a punto de derretir mi jodido móvil con sus gem... Joder. Perdón, después de lo de anoche entré en un frenesí. Sentirla así fue... Uf.

¿Qué estaba...? Ah, sí.

Esa noche sabía que me había llamado sin querer, pero el ser consciente de que iba a poder verla, me hizo apretar el botón verde apenas apareció en la pantalla. ¿Entienden, ahora, lo que les digo? Soy jodidamente impulsivo y no mido las consecuencias.

Y sí, gente, también sabía de antemano que era una posibilidad que tuviese que volver a Dracdale lo antes posible. De hecho, era algo que ya estaba hablando con Nicholas, el padre de Aria.
Lo siento, pero no me considero un ser pensante cuando ella está involucrada. Pierdo todo rastro de inteligencia y simplemente me comporto como un jodido simio.

Y Todo Por Ese Error #1 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora