capítulo 4

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—¿Esa es Marie?—pregunta Sophie.

—si y está con tu prima...—sigo hablando en lo bajo mientras trato de que no me vean.

Pero parece que fue en vano ya que por el rabillo del ojo las veo acercarse así que doy vuelta el rostro mirando hacia atrás para que no me vean la cara.
¡No quiero que Marie me vea!

—Sophie, que sorpresa.—escucho la voz de Leah.

—igualmente primita.—responde Sophie.

—te presentó a Marie, es una amiga.

—si ya la conocía... Por cierto,¿viniste con Ismael?—al escuchar esa respuesta de mi amiga me atoro con mi propia saliva.

—no, el no pudo venir.—contesta a regañadientes la mayor.

Sigo dando pequeños espasmos tratando de reincorporarme y no llamar demasiado la atención, pero supongo que no sirve de nada seguir doblándome la espalda cuando es obvio que ya me tienen que haber visto.

Al girar el rostro puedo ver cómo la cara de Marie parece vaciarse en colores, es como si se hubiera vuelto un lienzo sin pintar.

Dedico por segundos mi mirada hacia la otra femenina quien nuevamente me examina de pies a cabeza, ¿Cual es el propósito de hacer eso?

—Lilith, ¡no te había visto!—exclama la mayor.

—yo menos, ¡Que sopresa!—finjo emoción por su presencia.

Espero que no le cuente de esto a Ismael.

—¿Se conocen?—pregunta Leah.

—si, Ella es...—hace una pausa mientras me señala.—ella es mi cuñada.

Asiento en silencio.

Esos ojos fieros que adornan la cara de Leah recaen en Marie, es como si tan solo con una mirada se estuviesen diciendo algo.

¿Pero que se estarán diciendo?

"—¿que método anticonceptivo usás?

uno muy bueno.—responde con lo que deduzco es picardía (?.

¿cuál?—la curiosidad me carcome.

la homosexualidad."

Leah es gay, ella misma lo dijo y a juzgar por su cara, pareciera que le estuviera reprochando algo a la mayor, como una escena de celos...

¿¡Marie también es gay!?

No, no puede ser posible, es ridículo pensar en esa idea.

—si, bueno, nosotras ya nos íbamos, ¿verdad?—habla Sophie.

—¡si!—respondo de inmediato.

Quiero irme de este lugar, ya se a tornado muy incómodo.

—no, no tranquilas, nosotras nos vamos.—responde la prima de Sophie.—disfruten la noche.

Y sin nada más que decir se aleja de nosotras con la castaña corriendo detrás de ella.

Leah

Al salir de la disco me instaló en la camioneta negra esperando la figura de esa mujer.

Al cabo de unos minutos abre la puerta y se sienta a mi lado, en el asiento del copiloto, sin ninguna palabra en la boca.

Y decido mantener ese silencio para saber qué tiene que decir, pero me decepciona saber que nisiquiera tiene palabras para defenderse.

—Asi que es tu cuñada.—rompo el silencio.

AmárrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora