capitulo 17

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—¿Estas segura que entre tu y Félix no pasó nada?—pregunta mamá apenas yo me siento a la mesa.

—no, no pasó nada... Fueron falsas calumnias.—miento.

Se que mentir es malo pero necesito salvar mi pellejo.

—voy a hablar con ese niñito, ¿Qué se cree?

—no hagas nada mamá, no quiero más problemas, me quedo tranquila con lo que yo sé.

Al fin pruebo la comida de mi plato pero entre tantas cosas en mi cabeza no logro encontrarle el sabor.

—y Rose, ¿Que le dió a esa niñita contra ti?

—eso si que no lo sé.—respondo de inmediato.

— ¿Enserio la encontraste besandose con otra chica en el baño?

—si...

—¿Y tú por qué no me habías dicho?—pregunta algo exaltada.

—bueno, no pensé que fuera importante, es su vida no la mía, pero si ella quería meterse en mis asuntos pues había que darle una cucharada de su propia sopa.

Ambas caemos en silencio mientras seguimos ingeriendo nuestra comida.

—estuvo muy bien que te defiendas ya que si a ella le gusta hablar les resto, los demás podemos hacerlo lo mismo entonces ....
Quizá hasta estaba enamorada de ti y le dió celos que estuvieras con Félix.

—ay mamá

—oye si puede ser, esa gente así es tan degenerada, ¿Tu crees que te veía con buenos ojos si dijo todo eso?

Solo niego con la cabeza mientras sigo comiendo, en verdad no sé de dónde vino tanto odio, pero no creo que sea ese el motivo, en realidad no se nada.

Luego de la cena me meto a bañar, mientras me enjabono el cabello siento que algo me escurre entre las piernas, bajo la vista y veo un hilo de sangre bajando lentamente por la cara interna de mis muslos.

Ya van dos semanas en que mi periodo sigue aquí conmigo, los primeros días fue un caos y ahora aunque la cantidad de sangre que baja es poca es muy constante.

Lanzo un suspiro de resignación esperando que pronto se regule, me acerco un poco más al agua para que se lleve rastros de aquel liquido rojo de mi piel y pueda seguir bañándome tranquila.

...

Ya llevamos medio día de clases de este miércoles y ahora se viene lo que más me gusta, las clases de música.

A pesar de que amo la dinámica y ver a Leah concentrada tocando en aquel lugar se encierra mucho el calor, así que me encuentro llenando mi botella con agua en el baño para luego ir directamente al salón.

Al llegar veo que a pesar de que el timbre ya tocó todavía falta que lleguen los demás, pero quién si está en el salón es Leahnor dibujando un gato en la pizarra con un marcador negro.

Entro al aula y me siento en la primera silla que veo.

—¿Me das un poco de agua?—pregunta Leah a lo lejos mientras se acerca.

—si, toma.—le entrego la botella en la mano.

Ella lo recibe para beber bastante agua, extiendo mi mano para que me devuelva la botella pero ella la deja en el suelo mientras toma mi muñeca, vuelve a su posición original y con aquel marcador con el que estaba dibujando en el pizarrón ahora dibuja una carita feliz en mi mano.

Me suelta e inmediato veo más de cerca lo que hizo.

—esta lindo pero ¿Si mejor me escribes tu número?—sale de forma instantánea de mi boca.

AmárrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora