Capitulo 16

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Lilith

—yo creo que es una buena idea.—exclama Amanda.—ella puede ayudarte a acercarte más a Leah o al menos a saber que piensa ella de ti.

Se acerca a mi con su pequeño globo blanco en las manos.

—¿Y si se enoja?—pregunto otra vez.

—no tiene por que enojarse, es su prima no su novia.—lo dice de una manera graciosa.

Mientras caminamos por el liceo se ve a lo lejos Leah conversando muy animada con un grupo de estudiantes, ella se ve energica, aunque no la escuche se por el movimiento de sus labios que esta hablando rápido se nota por como sonrie y mueve sus manos.

Me gusta esa imagen segura y alegre que da al momento de hablar.

—ya deja de mirarla que te corre la baba.—Amanda me saca de mis pensamientos.

—dejame disfrutar de la vista.—digo algo sonrojada.

—mejor pon tu vista en el globo.—amanda me pone en las manos su juguete.—no me dejan meterlo a clases y no lo quiero romper, además así tendrás otra ocupación que no sea Leah.

Ella a mi lado me da una mirada picarona mientras mueve sus cejas de arriba hacia abajo.

—ya deja de molestarme.—me quejo algo ruborizada.

—me lo devuelves en el próximo recreo.

—okey, yo te lo cuido.

—se llama Juana María.—añade Amanda.

—¿El globo tiene nombre?—pregunto desorientada mirándolo.

—pues si.

La campana suena dando fin al recreo por lo que tenemos que volver a clases ahora nos toca Historia y no es muy entretenido que digamos así que no me apresuro en llegar rápido al salón, además de que siempre demoran en abrir esas puertas.

Me quedo en una de las ventanas apreciando el movimiento de las ramas de los árboles con el viento y el como se alborotan los pájaros por eso mismo, vuelan sin control por todos lados, que hermoso a de sentirse ser libre y poder volar a cualquier parte.

Una vez se reduce el flujo de estudiantes en los pasillos camino hasta el aula.

Al entrar me percato que aún no ha llegado la profesora, eso es más que bueno.

Mientras entro al aula con el globo blanco en mi mano derecha me doy cuenta que está muy pálido... ¿Y si le dibujo algo?

Me dirijo a mi puesto para buscar un marcador, le dibujo ojos y una boca, ahora tiene un rostro adorable y como misión tengo que cuidarlo.

—he visto a Amanda todo el día con esta cosa.—Leah lo quita rápidamente de las manos.

—damelo, recién lo pinte, se va a manchar.—trato de alcanzarlo de sus manos.

La pelinegra no muestra señales de querer devolvermelo y alza el globo en su mano por sobre su cabeza intentando que yo no lo alcance.

—Ay Leahnor, ni que fueras tan alta.—agarro su mano en el aire pero ya no se encuentra el globo ahí.

—¿Asi que quieres jugar así?—lo esconde detrás de su espalda sin mostrar señales de querer devolverlo.

—no es mío, me pidieron que lo cuide.—trato de agarrarlo pero ella es más ágil.

—si tu deber es cuidarlo entonces atrápalo.
Apenas dice eso sale corriendo hacia el otro extremo del salón.

Y desde ahí me mira desafiante y con una sonrisa burlona que me invita a correr detrás de ella y así lo hago.

AmárrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora