capitulo 7

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—Sabes Leah, tengo una banda con estudiantes de otros cursos—habla de pronto el profesor.—pero me falta un bajista.

—¿Enserio?—pregunta alejándose un poco para guardar algo en los muebles.

—Si, ¿Te gustaría unirte?

—claro, no hay problema.—contesta con notorio entusiasmo.

—bien, entonces quédate mañana después de clases.

Leah siemplemente asiente con la cabeza caminando de acá para allá.

Le va a ir bien en eso, es muy buena tocando.

En cambio yo sigo tratando de mejorar mi pronunciación de la letra de la canción.

Aún que no logro concentrarme, la idea de que Ismael se case aún me tiene alborotada, cuando el me contó la noticia personalmente me pidió que cantará algo para ellos, aún debo elegir una canción.

La clase de música ya a terminado, con Leah ayudamos al profesor a ordenar algunos cables e instrumentos.

—Profe, ¿Usted conoce alguna canción apropiada para una boda?

—¿Para una boda?—pregunta el masculino.

Asiento en silencio mientras enrollo unos cables.

—bueno, depende los gustos de la pareja y si es una canción significativa para ambos.—responde con una sonrisa.—¿Y quien se va a casar?

—mi hermano mayor.—contesto sin titubeos.

—¿Tu hermano?—escucho la voz de Leah a mi espalda.

—¿Marie no te contó?.—me giro para verla.

Niega con la cabeza en absoluto silencio.

—Ismael le propuso matrimonio a Marie el fin de semana.—por fin guardo los cables en su caja.— Y ella aceptó.

Leah

Ella acepto casarse.

Y yo fui su despedida de soltera.

Aveces me repudio a mí misma.

No me gusta fumar dentro de la casa de mi tía, pero no tengo ánimos de salir a caminar a ningún lado y en serio necesito el tabaco.
Me encuentro sola en la habitación que me asignaron con la puerta cerrada y la ventana totalmente abierta.

"El y yo ya no estamos juntos"

Maldita mentirosa.

¿No era mejor explicar que las cosas funcionarían así?
Me hubiera ahorrado bastante tiempo...

¿Por qué me duele tanto?

¿Será mi ego lastimado o es que acaso comencé a quererla?

De un solo golpe la puerta se abre de par en par, al entrar vuelve a cerrarla y se sienta en la cama a mi lado.

—¿Me dejas probar?—pregunta Sophie.

—no quiero que te metas en problemas con tu mamá.—respondo tajante.

—¿Por qué tú si puedes?—vuelve a preguntar mi prima.

Parece berrinche de niña pequeña.

—¿Aquí todos actúan como niños o solo es tu amiga que te pega su estupidez?

—No hables así de Lilith.—se queja.

—yo no dije su nombre.

Sophie me da una mirada de desaprobación y yo solo tiro una leve carcajada.

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