Amárrame

capítulo 12

Leah

—no las quiero seguir tomando.

—aun no puedes dejarlas, llevara un par de semanas.

—no lo quiero seguir aplazando.—insisto.

—seguiremos bajando la dosis.—escribe sobre un pequeño papel.—nos vemos en la próxima seción.

Me extiende aquella receta médica siendo mas insistente que yo.

La tomo, me levanto del asiento y sin nada más que decir, me voy.

A estos les regalan el título universitario.

...

Cuando llego a casa encuentro a mi tía en la cocina, le doy un beso en la mejilla mientras cocina como saludo.

—¿Como te fue?

—mal, me dijo lo mismo de siempre.

—es profesional, debe saber lo que hace.—dice mientras revuelve la olla.

—eso espero, ire a mi cuarto.

—esta bien, ve a descansar mientras termino la comida.

Subo las escaleras hasta llegar a mi cuarto, todo esta igual como lo deje excepto por un detalle.

Lo que esta en esa esquina, ¿Es un arenero?

Me acerco a ese objeto, ¿Que hace aquí?

—pensé que te haría bien un poco de compañía.—escucho a Sophie a mis espaldas.

Me doy media vuelta para mirarla y es ahí cuando la veo en el marco de la puerta con un pequeño gato entre sus manos.

Lo sostiene desde la panza dejando colgar sus patas, pero esta inquieto, por lo que las mueve hacia todas direcciones y comienza a maullar.

Solo lo examino con la mirada, es una bola de pelos blancos, con ciertas manchas amarrillas repartidas por su cuerpo y es muy llorón.

—¿No podias poner el baño de tu gato en otro lado?

—Es gata y no...—se acerca con esa cosa hasta mi —ya que es tuya.

Me lo entrega en las manos, pero este salta hasta llegar a mi cama y luego se esconde bajo ella.

Es ágil.

Lilith

Comienzo a despertar debido a la luz que entra por la ventana gracias a las cortinas mal cerradas.

Mientras más cobro lucidez más siento dolor en cada una de mis extremidades, un dolor que se aguanta pero aún así es desagradable, me muevo un poco para acomodarme y esconder mi cabeza debajo de las sábanas y que no me llegue luz, siento como si me ardieran las caderas, los muslos, las piernas en si.

Mientras el sueño abandona mi cuerpo siento la necesidad de limpiarme, de alguna manera me siento sucia, asi que me levanto, tomo unas toallas y salgo de mi cuarto dispuesta a tomar una ducha.

Mientras bajo las escaleras escucho voces femeninas conversando, ¿Será que llego visita?

—si pudiera aceptar el trabajo me ayudaria mucho, mi hija ya no sabe que hacer con la niña para poder trabajar.—escucho en lo bajo.

—tranquila ella lo hará, es muy responsable.—responde la voz de mi madre.

—es de mucha ayuda tu niñita, no como la mia que se embarazó a tan corta edad.

Camino hacia la cocina y ahi veo a mamá junto a una vecina que viene de vez en cuando.

—al fin despertaste, ¿Tomaras desayuno?