capítulo 9

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Leah

—Lilith, ve a abrir el portón mientras yo me saco los tacones.—Sophie le da las llaves de la casa a su amiga.

—okey, no tardes.—contesta ella y luego baja del vehículo.

Siento vibrar mi celular en mi bolsillo, lo saco y veo en la pantalla un mensaje.

"Aquí te espero"

Con una sonrisa triunfante lo vuelvo a guardar.

—Creo que no dormiré en casa esta noche.—le anuncio a Sophie.

—¿Enserio?—hace una pausa mientras desabrocha uno de sus tacones.—¿A donde irás?

—Se cuenta el milagro pero no el santo.

La castaña solo me mira de reojo mientras yo espero a que termine para poder salir.

—En la fiesta te vi muy animada bailando con Lilith.

—Si, estaba sola, se veía triste y quise hacerle compañía.—respondo con honestidad.

Traía un vestido muy lindo cómo para no lucirlo bailando.

—¿Solo eso?—alza una ceja.

—Solo eso.

—Cuidadito Leah, con ella sí que no.

Miro a Sophie con una expresión muy seria, si se está refiriendo a lo que creo que es, enserio está equivocada.

—Sophie, parece que aún no conoces mis gustos.

—Porque los conozco es que te estoy advirtiendo.

Solo niego con la cabeza riendo ligeramente por sus palabras, no tocaría a Lilith ni por accidente.

—si te lo digo es porque sé que ella no es como tú.

¿No es como yo?

—¿Como estás tan segura?—le pregunto algo desafiante.

—La conozco bien, así que no te ilusiones.—me lanza una fría mirada y se baja del auto.

Analizo por unos segundos lo que acaba de pasar

Sophie enserio se volvió loca.

Desde el auto veo como ambas entran a la casa, admito que Lilith es linda y quizá no sea tan tonta como parece pero eso no significa que me vaya a involucrar con ella.

Respiró profundo y vuelvo a revisar mi celular para ver si Marie me a escrito algo más.

Ningún mensaje nuevo pero  subió una historia a su WhatsApp hace un par de horas.

Una foto de Marie y su prometido besándose mientras ella muestra su anillo de compromiso y una frase en la parte inferior de la fotografía.

"Cumpliendo todas nuestras metas juntos"

Podría pretender acostarme con ella y no involucrarme sentimentalmente, pero en verdad odio ese sentimiento de ser la segunda opción, el plato de segunda mesa.

No, no puedo, no voy a seguir con esto.

Abro el chat y le escribo.

"Lo lamento, no podré ir, descansa."

Dejo el celular en silencio y bajo de la camioneta para entrar a casa.

Con cuidado atravieso el living, subo las escaleras y llego a aquel pasillo que conecta todas las habitaciones del segundo piso.

Al acercarme a la puerta escucho algo raro, son como suspiros.

¿Vendrá del cuarto de Sophie?

¿Acaso son novias en secreto y lo que pasó en la camioneta fue una escena de celos y ahora están teniendo sexo en su habitación?

AmárrameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora