1.

1 0 0
                                    

Meses después...

Zhan se quitó las gafas y se restregó los ojos, estaba agotado, con una mueca de dolor se estiró para que sus músculos descansaran un poco, venia trabajando en este algoritmo más de veinticuatro horas seguidas, todo mundo ya estaba en casa, pero él no descansaría hasta que resolviera este problema, era parte de su aterradora personalidad, Zhan era un obsesivo compulsivo, no podía parar, de todas formas si iba a casa, no descansaría, su cerebro estaría dándole vueltas al asunto y al final se rendiría y regresaría a la oficina a seguir trabajando.

Un ruido extraño lo obligó a enderezarse, no estaba seguro si había escuchado bien... Se quedó quieto un momento, ladeó la cabeza tratando de escuchar, preguntándose si lo había soñado. Entonces, lo escuchó de nuevo. Era el llanto entrecortado de un bebé. Parecía estar sufriendo. ¿Qué hora sería? Miró el reloj... Era casi medianoche, el edificio estaba prácticamente vacío a esa hora.

Y lo que era más impórtate, se preguntó ¿Qué hacia un bebé en las oficinas? Esperó un segundo para saber si alguien se ocupaba de ese bebé, pero el llanto continuó, y sin pensárselo dos veces, Zhan saltó de la silla y salió de su oficina. El piso estaba prácticamente desierto, pero las luces estaban encendidas, pasó algunas puertas cerradas y se paró frente a la sala de juntas de la cual parecía provenir el ruido. Un cierto reparo lo detuvo unos instantes, esto no era su asunto, algo le decía dentro de su cerebro que intervenir no sería bueno idea, pero como los sollozos persistían abrió la puerta. Zhan miró a su alrededor un instante dentro de la oficina, no había nadie, pero sobre el escritorio de madera diseñado para veinte personas, había una silla de bebé ¿Quién dejaba a un bebé solo? Toda su atención se centró en el angustiado bebé. Se acercó a él apenas siendo consciente de lo que hacía, a Zhan le gustaban los niños, tenía muchos sobrinitos y sobrinitas. Su familia era particularmente grande. En la silla de bebé para automóvil se encontró a una hermosa niña de cabello oscuro vestida de rosa. Así que era una niña. Ella se retorcía y luchaba por salir de la silla. Balbuceaba silabas sin sentido, pero ese "pa" "pa" "pa" tan constante le dijo a Zhan que la pequeña llamaba a su papá. Zhan calculaba que la niña podría tener poco más de un año. Zhan no lo dudó, inmediatamente se aproximó a la silla y no le costó trabajo quitar los seguros.

—Pobrecita nena —Susurró tomando a la niña en brazos, apoyándole la cabeza en su hombro y acariciándola. Ella no se resistió, a pesar de que Zhan era un desconocido para ella. El pequeño ángel estaba más que agradecida por haber sido liberada de su prisión. Al parecer la nena estaba acostumbrado a los extraños.

—¿Cómo llegaste aquí? — preguntó como si la niña fuera capaz de responderle. Ella recargó su cabecita en su hombro y siguió balbuceando "pa", "ma", "ta" "no". En su idioma, seguramente ella le estaba respondiendo.

— Vamos a averiguar qué te pasa, ¿de acuerdo? ¿Tienes hambre? ¿Estás mojada? ¿Te duele algo? ¿O las tres cosas?

Zhan provenía de una familia con siete hermanos, cuatro casados, con hijos, y su madre era una abuela consentidora que durante las épocas donde todos se reunían a pasar las festividades obligada a cada miembro de la familia a participar en el cuidado de todos los niños. Zhan no era un experto, pero le había tocado hacer de canguro para sus sobrinos en un par de ocasiones, así que había aprendido lo básico.

Buscó dentro de la pañalera, pero no encontró nada. Eso lo enfureció,
¿Cómo se atrevían a dejar a una bebé sola, en una estación de policía y sin el biberón? Aunque la pequeña seguramente ya no era de biberón, pero tampoco encontró, ningún recibiente con comida, fruta o alguna botella de zumo. ¡Malditos padres irresponsables! Si Zhan pudiera en ese instante los arrestaba por maltrato de menores.

—Muy bien, pequeña. Vamos a cambiarte el pañal a ver si así te
sientes mejor— Zhan oyó un ruido y se volvió. Y vio a Wang Jackson en
la puerta. Era un novato dentro de la corporación, pero todos lo conocían, ahora mismo ese tipo, estaba en la lista negra de todos, después de lo que había hecho. Era el actual compañero de Liu Haikuan, un detective que tenía años dentro de la organización, pero había tenido la mala suerte de que le asignaran a este niño consentido con demasiado dinero e influencias.

8.Where stories live. Discover now