Zhan llegó a casa de Yibo a las seis de la mañana, estaba agotado, y no había dormido absolutamente nada, después de salir de aquel horrible lugar, se había enfrentado a un interminable interrogatorio de Haikuan, al cual no le había contado todo lo sucedió "Omitiendo el final" Zhan le explicó a Haikuan que era primordial lograr de una manera u otra que Yibo retrocediera, la vida de él y de su hija estaba en riesgo.
Haikuan no insistió mucho sobre su interacción con Jiaming, tal vez suponiendo de ante mano todo el sucedido, ya que en el lugar había tenido a un par de agentes infiltrados, Zhan dudaba que ellos no hubieran presenciado el pequeño espectáculo montado por Jiaming. Zhan no tenía que sentirse avergonzado, después de todo había tenido que hacer todo eso para conseguir su objetivo, el fin justificaba los medios ¿no? "Lo que ocurrió en el cuarto de juegos no fue necesario" señaló su subconsciente. Pero Zhan intentó apagar todo su sentido de culpa, lo hecho, hecho estaba y no podía cambiarlo.
Se había dejado llevar, tenía meses sin sexo y su cuerpo había estado demasiado sobre estimulado.
Ahora mismo lo único que le apetecía, era tomar una larga ducha y dormir unas diez horas, pero dado que era un niñero encubierto, tendría que aguantarse, tomarse tres litros de café y esperar a que esa noche, Lian durmiera más de tres horas seguidas.
Zhan giró la cabeza para mirar a Qian, ella estaba bebiendo de golpe una gran taza de café, ella lo había pasado a dejar a casa de Yibo, antes de ir a casa a descansar un poco para su turno de noche. Qian tendría guardia de cuarenta y ocho horas.
—Oye, respecto a lo de esta tarde...
—No tenemos que hacer esto— dijo ella dejando su taza en el posa vasos —Creo que es innecesario ese momento en los que tú dices algo, y luego yo digo, después alguien se disculpa y ambos terminamos llorando— Zhan rio.
—No creo que seas de las que lloran.
—No lo hago— Ella le sonrió —Y tampoco soy cursi, sé que estuvo mal lo que dije, pero en serio, no creo que enamorarte de un hombre como
Wang Yibo sea el camino adecuado.—Hoy folle con agente infiltrado, créeme no estoy enamorado de Yibo.
Qian enarcó una ceja.
—El sexo no tiene nada que ver con el amor— Ella hizo una mueca — Solo no te encariñes mucho con ese tal Jiaming que no me agrada tampoco.
—Fue solo sexo.
Qian lo estuvo esperando esa noche también, casi hasta se sintió culpable por haber estado disfrutando mientras sus compañeros y colegas estaban a la expectativa.
—Ese hombre daño a mi Cheng y me debe unas cuantas, así que no me decepciones metiendote con él.
Haikuan le había contado ese incidente y tampoco le sentaba el hecho de Jiaming maltratando a un hombre ciego. Por muy mal pasado que tuviera el hombre, todos tenían el derecho de redimirse por sus errores.
—No lo hare— Zhan se estiró y le dio un beso en la mejilla a la doctora —Gracias por traerme, ven a visitarme esta tarde antes de tu turno y té contaré que se siente ser atado en una cruz.
—Mierda— jadeó ella — ¿En serio? No puedes dejarme así.
Zhan rio, le guiñó un ojo y salió del coche.
—Te contaré después.
—Te voy a matar por dejarme en suspenso.
—Te veré esta tarde— Zhan cerró la puerta del lado del pasajero y se encaminó hacia la puerta. Decidido ir a la cocina a buscar un café antes de subir a ducharse para comenzar su día, no le extraño encontrar a Penny ahí. — ¿Qué tú no duermes? — preguntó dándole un beso en la mejilla a la mujer, ella le agradaba, le recordaba a su madre.