11.

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Zhan miró a Lian juguetear sobre la manta, era una niña hermosa, y muy feliz, con dedos pequeños y perfectos y un lindo ceño fruncido en su cara arrugada que se parecía tanto al que su padre frecuentaba hacer. Podía sentir sus emociones un poco, estaba confundida acerca de algo y un poco inquieta por el humor de su padre, después de lo ocurrido en la ducha, no había visto a la cara a Yibo, ni siquiera permitió que lo ayudara a vestirse, ni idea tenía de como él lo había logrado solo. Yibo se había encerrado en su despacho, seguramente haciendo hasta lo imposible por conseguir un remplazo de enfermera y un niñero.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Zhan se estremeció, su cuerpo se tensó involuntariamente. Mierda. Había llegado la hora. Sabía que Qian vendría esta tarde para chismear sobre su aventura con Jiaming, pero esa mañana había tenido un acontecimiento más importante del cual no quería hablar, esa mujer era como un perro tras un hueso. Pero ahora Zhan no estaba en su mejor momento.

— ¿Qué te parece que hago, doctora? Tengo una niña que cuidar — dijo Zhan, volviéndose para sonreírle a Qian. Ella resopló y se sentó a su lado.

— ¿Y no puedes hacer eso dentro de la casa donde hay aire acondicionado y no ilumina tanto el sol? —dijo ella ajustándose las gafas de sol. Esa mujer era una exagerada, ya estaba atardeciendo y estaba comenzando a refrescar, tendrían que entrar pronto, pero Zhan estaba retrasando ese momento lo más que pudiera.

—El jardín es un buen lugar para respirar aire fresco— aseguró.

Lian al ver a Qian comenzó a balbucear muchas cosas como si estuviera de acuerdo, Zhan sonrió, Lian era adorable, al menos para él, para la doctora Wu, al parecer no despertaba ningún instinto maternal como lo haría en cualquier mujer. La expresión de Qian era melancólica.

—Mírala, tan inocente que no se da cuenta de que la persona que sostiene su mano es un policía...

—Oye...—Se quejó Zhan, pero a Qian no le importó

—Recuerdo lo ocurrido ayer— explicó Qian —No soy muy apegada a los niños, pero lo de esa caja... esta niña no merece esto, a veces me pregunto si ella se siente sola, si le falta una madre, y pensar que estuvo a punto de perder a su padre... creo que deberíamos dar gracias porque aún es tan pequeña.

—Ella puede sentir la tensión de su padre, tal vez ellos no sepan lo que ocurre, pero lo sienten —Dijo Zhan con un resoplido, y los labios de Qian se curvaron en una sonrisa torcida.

—Creo que cualquiera puede sentir la tensión —dijo Qian —Me ha gruñido cuando le informe que me era imposible conseguirle una enfermera, ese no es mi trabajo.

—Necesitarías tener a unas cinco enfermeras preparadas cada semana —dijo Zhan rodando los ojos —No suelen duran mucho en esta casa.

Qian se encogió de hombros, un mechón de cabello castaño oscuro cayó sobre sus ojos. Lo empujó hacia atrás.

—El hombre tiene un grave problema para mantener su polla en sus pantalones —Su rostro se contorsionó en una sonrisa que parecía más una mueca. —No es que lo culpe, en general confundimos la necesidad de cariño con la necesidad sexual, al parecer Wang Yibo a través del sexo encuentra la manera de deshacerse de sus frustraciones— En general, Qian era seria y sarcástica, sobre todo, pero ahora mismo Zhan comprendió que no solo hablaban de Yibo.

—No creo que se correcto tener esta conversación delante de la niña.

—Ella es muy pequeña para comprender— Dijo Qian señalado a Lian, la cual estaba tratando de llamar la atención de Zhan con un muñeco —Dejando de lado el sexo, estamos hablando del amor.

8.Where stories live. Discover now