A primera hora de la mañana, Qian lo había arrastrado de nuevo a la cafetería de Iain, Qian le había dicho que era el mejor lugar para desayunar cuando se tiene una enorme resaca. Zhan no le había gustado mucho la idea de regresar ahí, el local de Iain estaba justo enfrente de la Corte, por lo tanto era un lugar muy frecuentado por hombres de trajes y gente trabajadora de la zona, por ende, corría el enorme riesgo de encontrarse con Yibo, cosa que no deseaba hacer, después de lo ocurrido la noche anterior.
—Creo que me va a explotar la cabeza— se quejó Qian.
Zhan rio junto con Iain que estaba sirviéndoles café.
—Gran fiesta debieron de haberse montado ustedes dos a noche— comentó Iain.
—Juro por mi abuela, que ya no lo vuelvo a hacer— Qian se veía horrible, con grandes ojeras bajo los ojos y seguramente ese color pálido no era nada saludable, Zhan esperaba que para su turno de noche ya estuviera más recuperada.
— ¿Tienes abuela? — Preguntó Zhan con una ceja arqueada.
— ¡Claro que la tengo! Es una dulce ancianita y aunque no lo creas yo soy su nieta favorita— Qian lo fulminó con la mirada — ¿Puedo preguntar porque tú no estás sufriendo? Bebimos lo mismo anoche.
—Resistencia, cariño— Zhan le guiño un ojo.
—Sí, claro— Qian le sacó la lengua y volvió su mirada a Iain — ¿Cómo termino la fiesta?
—Terminó no mucho después de que ustedes se fueran, el juego enciende la sangre de los hombres, y muchos salieron a deshacerse de sus frustraciones y otros a celebrar la victoria, fue una noche de buenas ganancias para mí— Iain miró a Zhan —Yibo se fue un segundo después que ustedes, al parecer su hija se puso enferma.
— ¿Está bien, Lian? — preguntó Zhan preocupado.
—No lo sé, fue eso lo que nos explicó Ángela— Zhan se quedó inquieto, por un momento tuvo la duda de que a lo mejor Yibo si había llamado para localizar a Qian porque Lian estuviera enferma, pero después deshecho esa preocupación, Qian era cardióloga no pediatra. Además, el hombre se había limitado a preguntar si se había acostado con ella. ¿A qué estaba jugando el abogado?
El desayuno que Iain preparó, realmente estaba delicioso. Pero los huevos le comenzaron a caer mal al estómago cuando entraron Yang Mi y Ángela en la cafetería, sus entrañas se apretaron.
Ambas mujeres guapas, elegantemente vestidas, con apariencia de profesionalidad y elegancia.
Ángela era realmente guapa, y más aún en esos tacones de infarto. ¿Qué posibilidades existían de que un hombre con el libido de Yibo se resistiera? Ninguna.
—Vaya la bruja del cuento ha llegado— comentó Qian mirando sobre su hombro.
—Quieres dejar de ser tan obvia, por favor— demandó Zhan.
— ¿De quién estamos hablando?— Preguntó Iain, el cual estaba sirviéndoles de nuevo café.
—De la bruja prometida de Yibo— dijo Qian, importándole una mierda que Zhan estuviera fulminándolo con la mirada —Mi querido amigo aquí, sobre paso la línea entre la profesionalidad y el trabajo en su misión.
— ¡Maldita sea Qian!
Ella rio. Iain interesado, tomó asiento a un lado de Qian. ¡Genial! ahora se enfrentaba a dos inquisidores.
—Por lo que sé, Yibo es un mujeriego— dijo Iain.
—Eso ya lo sé— comentó Zhan —Por esa razón Lian no tiene niñeras estables, pero al parecer eso cambiará, ya que pronto se casará.