Zhan jamás había sentido más terror en su vida que ahora, reconocía que habían sido unos estúpidos por bajar la guardia, se había pronosticado que el cartel de Aaron intentaría vengarse por lo ocurrido, aunque no se había ligado al Senador con él, al ser destituido de su cargo, el grupo criminal del hombre había perdido demasiadas conexiones gubernamentales. ¿Y cuál era la mejor manera de vengarse de Yibo? Con su hija.
Habían secuestrado a Lian y golpeado a Penny, la mujer estaba inconsolable y a pesar que nada esto era su responsabilidad, ella sentía toda la carga de la culpa. Yibo estaba incontenible, estaba descargando su ira con todos y el equipo estaba trabajando a su máxima capacidad para averiguar qué era lo que sucedía. En las últimas horas Zhan se había dedicado a analizar cada una de las cámaras de seguridad del hotel, buscando pistas, indicios y ¿Cuál fue su sorpresa? Que encontró demasiado material con el cual trabajar, algo le hacía pensar a Zhan que este trabajo no fue hecho por profesionales, de ser agentes preparados como los que atacaron la casa de Yibo, ellos estarían en blanco ahora, ya que un profesional no dejaría pistas que seguir, ni huellas que rastrear, tendría que limitarse a que los secuestradores los contactaran y exigieran sus demandas, pero en cambio, Zhan ya tenía ubicados a los dos hombres que ingresaron al hotel, estos tipos habían hecho un pésimo trabajo en ocultarse de las cámaras aunque lo intentaron, algo no cuadraba en todo esto.
Su estómago se apretó cuando el programa de reconocimiento facial identificó a los dos sospechosos, no tenían graves antecedentes penales, salvo algunas detenciones leves por riñas y portación de drogas, además de varias multas de tránsito, pero nada que indicara que eran peligrosos. Lo que hizo estremecer sus entrañas fue enterarse que el par de hombres pertenecían a un grupo de moteros, un grupo en particular que frecuentaban la zona donde los criminales de Aaron trabajan, lo cual indicaba que posiblemente si era una venganza, pero ¿Por qué enviar a personas tan incompetentes? No sabía qué pensar. Su temor por Lian, sobrepasaba todo.
Apenas podía respirar. Las horas pasaban y pasaban, y no tenían noticias sobre la niña, ni demandas de rescate, nada. Yibo estaba fuera de sus casillas y no dejaba de exigir que encontraran a su hija. Zhan también estaba aterrado, amaba a esa niña, pero sabía cómo funcionaba esto, Haikuan estaba haciendo todo lo posible, todos intentaban hacer su trabajo, pero no era suficiente para Yibo, ni para Zhan tampoco.
Así que, lanzando el libro de reglas por la ventana, Zhan salió de la habitación del hotel y se apresuró hacia donde nadie pudiera escucharlo. Sacó su móvil mientras salía hacia la salida de emergencias, quería estar fuera de los oídos curiosos. Sin dudar apretó la tecla que necesitaba y esperó. En el momento que respondieron, comenzó a hablar.
—Se han llevado a Wang Lian.
— ¿Y eso, en qué me concierne?
Zhan quería atravesar el teléfono y envolver sus dedos en la garganta de Jiaming.
—Porque voy a lanzarme contra tu territorio y no dejaré piedra sin remover hasta que encuentre a esa niña.
—Si tienes algo de sentido común no te meterás en donde no te llaman.
—Tengo los rostros de tus hombres grabados, fue un patético secuestro si me lo preguntas, y no tendré remordimiento en lazarme con todo contra tu banda—Zhan sabía que estaba violando todas las reglas y tal vez poniendo a Jiaming en peligro, pero estaba furioso. Haría lo que fuera por recuperar a esa niña.
—Nadie de los míos haría algo tan estúpido—El hombre estaba, efectivamente, enojado. Zhan podía escuchar la ira, en la voz de Jiaming. —Te llamaré.
Zhan quería gruñir cuando se cortó la llamada. Por mucho que confiaba, en que Jiaming se encargaría de las cosas, estaba desesperado por encontrar a Lian. Apresurándose regresó a la habitación. Le hizo una seña a Haikuan para que se alejara de los hombres que estaban en la mesa de trabajo, buscando información.
