18.

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Zhan tiró de su corbata como por décima vez en media hora, se preguntó porque diablos había cedido a la petición "Casi orden" de la doctora Wu de acompañarla a este evento. Miró a su alrededor, estaba sin duda fuera de su zona de confort, no conocía a nadie de los invitados a esta boda, ni siquiera conocía a los novios, lo único que sabía era que Qian sería la dama de honor de la novia. Joder, y él que había pensado que la doctora no tenía amigos. Aunque Zhan presentía que había algo más en esta situación.

Cuando Qian se lo pidió, ella había estado muy nerviosa y ese día cuando pasó a recogerla a su departamento todo el trayecto estuvo bastante pensativa y melancólica, claro que cada que él le preguntó cómo se encontraba, ella le contestó que estaba bien. Su mirada se desvió hacia el arco de flores del estrado, el novio y los padrinos estaban ya preparados, reían y bromeaban con el novio. Zhan se preguntó si tal vez Qian tenía sentimientos por el hombre. Frunció el ceño. Su instinto le decía que él no. No sabía cómo podía estar tan seguro, pero Zhan apostaba que el novio no era la razón de la inquietud de la doctora.

La música de piano comenzó a sonar con la típica entrada nupcial, todos los invitados tomaron sus lugares, las grandes puertas de madera de la iglesia se abrieron y la primera que entró fue una adorable niña vestida de blanco lanzando pétalos de rosa por toda la alfombra. Después siguieron dos mujeres vestidas también de blanco con un ramo de flores rosas, el único toque de color en ellas eran los zapatos rojos, flores rojas y un listón también rojo en la cintura.

Esta no era la típica boda donde todos los invitados deberían de ir de cualquier color excepto blanco, Qian le había dicho que era todas las mujeres vestirían de blanco y los hombres de negro. Todos los adornos en la iglesia eran blancos con rojo. Menos mal que le toco el negro, así pudo utilizar el único traje negro que tenía el cual utilizaba en todos los eventos formales que lo invitaban. Lo compró hace algunos años cuando su hermano mayor se casó y las veces que lo había utilizado podría contarlos con los dedos de las manos. Inconscientemente su mano fue hacia su corbata gris, recordó las palabras de Yibo dos días atrás, sobre que un traje gris y una corbata azul serian perfectos para él. Negó con la cabeza, no quería a ese bastardo en sus pensamientos. Había decidido dejar de pensar en él, sobre todo no quería odiarlo, a Zhan no le gustaba odiar a las personas.

Cuando la novia apareció en la puerta, todos se pusieron de pie, para recibirla. Todos estaban expectantes y observaban asombrados, aunque dudaba mucho que esas reacciones eran solo por la novia.

La mirada de Zhan se clavó en la doctora Wu, en realidad estaba espectacular, ella como la única, excéntrica, autentica y extraña mujer que era, no llevaba un vestido largo como el resto de las invitadas, ella vestía un esmoquin blanco, pero para nada parecía un hombre, Qian se veía hermosa y súper sexy en ese atuendo ajustado, con sus tacones rojos altísimos que torneaban más sus piernas, su cabello estaba recogido en un desarreglado moño con una flor roja que le daba un poco de color. Pero no la necesitaba. Qian estaba hermosa, radiante y sexy, y llamaba la atención de hombres y mujeres. La verdad es que Qian parecía la versión perfecta de una princesa, más ahora que la veía a lado de la novia, ella estaba preciosa con su vestido de bodas, lucia como cualquier novia en su día. Pero Qian destacaba.

Lo que le extraño a Zhan fue que aunque Qian le había comentado que ella era la madrina, ella se encontraba a un lado de la novia, ofreciéndole su brazo como un perfecto caballero, donde se suponía debería de estar el padre de la novia.

¿Eso quería decir que Qian entregaría a la novia?

Observó atentamente la interacción de ambas mujeres, antes de que comenzaran a caminar por el pasillo, la novia le susurro algo a Qian, ella rodo los ojos y después la novia rio y trato de disimular ocultando su risa tras del ramo. Ambas eran buenas amigas, eso no lo podía negar. Pero también podía asegurar que había algo más que amistad ahí, al menos por parte de Qian. Solo bastaba ver como la miraba. Y si verla durante la ceremonia mirando a la novia pensativamente no le confirmó lo que sospechaba, entonces lo hizo al ver a Qian desviar la mirada cuando la novia pronunció sus votos. Y más aún, confirmó sus teorías horas más tarde al verla levantarse y sin miedo a lo que los demás pensaran, interrumpió al padre del novio para poder bailar un vals con la novia. Dos mujeres bailando, un tanto incómodo para muchos, horroroso para otros, aceptable para algunos y bellamente romántico para unos cuantos.

8.Where stories live. Discover now