Capítulo 16.

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Una enfadada Rosalyne salía farfullando de la casa de la familia Qi.

- Ese maldito viejo, pero esto no acabará así, todavía tengo un as en la manga. -

- ¿ Qué tiene planteado señora ? -

- Por el momento terminaremos los preparativos para el viaje. Si ese viejo no nos ayuda, no importa, tan solo tomaré otra pieza mientras veo como todo su imperio decae. - El conductor tan solo asentía mientras cumplía con su labor. En breve tomaría un avión hacia otra región.

Mientras tanto en otro lugar...

- No, por favor... - Se retorcía cierto pelirrojo entre los brazos de su jefe. - Si continúas no voy a poder... Ah... - Finalmente se corría mientras el otro lo sujetaba y besaba su cuello. Ambos se recuperaban después del ejercicio. Tras ello se subían los pantalones y continuaban con sus labores.

- Organiza una reunión con el señor Qi. Dentro de poco se llevará a cabo un evento al que siempre acude y me pidió participar. -

- Si... - Una llamada entrante al teléfono de Childe llegaba. No eran buenas noticias. - Disculpe un momento. - Decía para tomar la llamada.

- ¿ Puedes hablar ?. -

- Estoy en mitad del trabajo, así que, si no es importante, no. -

- La misión ha fallado, así que se suspende el plan. Pasaremos a otro objetivo. -

- Ya veo, entonces nos veremos cuando llegue a casa. Allí hablaremos hermana. - Con esta última frase, el pelirrojo colgó. - Lo siento, es tan solo que mi hermana... - Antes de que pudiera seguir hablando, Zhongli se levantó del escritorio, y se acercó al otro.

- No pudo convencer a Qi, incluso después de deshacerse de su molestia. - Childe se sorprendió, cómo sabía aquello. Inmediatamente el hombre de cabello oscuro agarró la muñeca del otro. El pelirrojo tragó saliva. Si ya sabía aquello, qué más sabría, hasta donde había llegado. - ¿ Por qué crees que decidí tenerte cerca ? - Tras esas palabras, lo arrastró hasta la habitación y lo tiró en la cama. En ese momento, Childe sintió el verdadero terror.

- ... - No podía decir nada, incluso si quisiera. Nada de lo que pudiera aportar mejoraría su situación, estaba en un callejón sin salida.

- ¿ Acaso pensaste que escaparías de mis garras una vez lo supiera todo ? - Decía Zhongli en tono tranquilo mientras se posicionaba sobre el otro y aflojaba con una sola mano su corbata. -Deberías haberlo supuesto Childe, o debería decir Tartaglia. Si te enfrentas a un dragón, no esperes escapar. - Con la misma corbata que llevaba, ató al otro al cabecero de la cama comenzando a tomarlo lentamente. Childe intentaba desatarse, pero no podía, aquel nudo estaba demasiado apretado. - Mira, debido a que hace poco estaba dentro, aún sigue dilatado. - Decía mientras metía dos dedos dentro de su trasero. El pelirrojo comenzaba a retorcerse totalmente nervioso mientras gemía debido al contacto.

- No, por ... ¡ Aaah!-

- He tocado un buen punto, ¿verdad? - Casi hizo que el otro se corriera. - Creo que es hora de ... -

- No, para... - De una sola estocada Zhongli metió su miembro y comenzó a moverse. Childe no paraba de gemir a causa de las sensaciones que le provocaba aquella acción, tanto placer que se olvidó de la situación, y aceptó el beso que le dió el contrario. Su mente estaba en blanco, y sin previo aviso el moreno se corrió haciendo que este lo imitara. Al finalizar, entre jadeos Zhongli besó a Childe, quien por fin recuperó su lucidez, pero no rechazó aquello, al contrario, se preguntaba el por qué había sido tan suave con él. Lo normal era que lo torturara y matara en caso de obtener la información que quería. Entonces, por qué. Segundos pasaron y este por fin perdía la consciencia. Estaba cansado, pero su mente siguió despierta el tiempo suficiente para escuchar las palabras "tienes suerte de gustarme".

Llegadas las 8 de la tarde, Rosalyne embarcaba en un vuelo que la llevaría lejos, más concretamente a los dominios de cierta mujer con la que más valía tener cuidado.

Childe despertaba en ese momento, le dolían las muñecas y algunas otras partes del cuerpo. Miró a su alrededor, se encontraba aún en la misma habitación, y cuando intentó levantarse fue consciente de la cadena que había atada a su tobillo. Esta vez sabía que no escaparía falcilmente, aunque por otro lado quizás no estaba muy interesado aún.

- Así que ya te has despertado... - Decía Zhongli mientras entraba en la habitación con una bandeja en mano en la cual llevaba comida y agua. - Espero que tengas hambre, Xiangling lo preparó especialemtne para ti. -

- Pensé que terminarías con mi vida. -

- Me eres más útil vivo. -

- No digas tonterías. Si ya lo sabes todo, qué ganas teniéndome vivo. - Zhongli sonrió.

- Hay más formas de sacarte partido. Ya has demostrado ser un buen secretario, además, si acabo con tu vida le daré una excusa a la Zarina. - Childe suspiraba, eso no serviría de nada.

- Yo no... - Su vida pendía de un hilo, si no conseguía escapar podría morir a sus manos, y si traicionaba a la Zarina, estaba muerto igualmente. Daba igual como lo miraras, su vida se había acabado. - Qué te hace pensar que te ayudaré. - terminaba diciendo de forma triste.

- Oh, lo harás, de una forma u otra. Además, como bien has dicho tu información no me sirve si ya lo se todo. Por el momento come algo. - Childe miró la comida, se veía apetitosa pero no deseaba comer. Lo menos que quería en ese momento, era morir envenenado pero el otro no parecía tener intenciones en que muriera de hambre.

De un momento a otro, Zhongli tomó el tenedor y probó un poco. estaba delicioso según él, pero el otro seguía sin probar bocado. El moreno suspiró y tomó otra pequeña ración, pero esta vez en lugar de tragarla, hizo que el otro la tomara a la fuerza, y para ello lo besó haciendo que tragara la comida. Childe lo empujó y tosió. Se había sorprendido por aquello.

- Qué demonios... -

- No está envenenado o algo parecido. Así que deja de preocuparte. No tengo intención de matarte de esa forma, me es más divertido hacer que sufras. - El joven se sonrojó. Era cierto que Zhongli disfrutaba con ello, ya se lo había dicho y dado a entender varias veces durante su estadía en aquel lugar.

- ¿ Puedo pedirte una última cosa ? - decía Childe con la cabeza baja. - Nunca me dejes ir... - De repente sus ojos se cristalizaron, dando como resultado que pequeñas lágrimas salieran de ellos. Zhongli por su parte tan solo secó las mismas y lo besó.

- Jamás. -

Fanfic ChongyungXingqiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora