Otra mañana más, tan ociosa como las anteriores además de frustrante.
- Demonios. - Suspiraba Xingqiu mientras pensaba en como le iría a los otros. - Cuándo podremos irnos. - Se decía mientras observaba la ventana cerrada desde la cama.
- No os preocupéis, pronto podréis ver de nuevo a los vuestros, es cuestión de tiempo. Sed paciente. -
- Lo se, pero... - En ese momento se aferraba a la almohada, pensaba en Shengyung y en las ganas que tenía de abrazarlo y besarlo. - da igual. - Suspiraba. Minutos más tarde llegaba una llamada. No sabían como pasó, pero su situación había sido comprometida y debían salir del lugar. Al parecer los topos estaban haciendo aún de las suyas.
- Prepárese. Es hora de ponerse en marcha. - Decía Kazuha de forma seria. Tomaron sus cosas y salieron del lugar. Poco después se podía ver a un pequeño grupo bien organizado entrando al lugar y lamentándolo, ya que fueron arrestados a la salida.
Tras lo anterior tomaban varios transportes, un cambio de atuendos y llegaban a una localización nueva. Al llegar Xingqiu se sentaba en una de las camas y se aferraba sus piernas a su cuerpo. Estaba cada vez más ansioso debido a todo aquello. Kazuha por su parte lo notaba, eso y que pronto se quebraría si la cosa continuaba de la misma manera. Por ello, se acercó hasta Xingqiu y arrodillándose para estar a su altura, tocó su rodilla para llamar su atención.
- Oye, se que esto es difícil, pero no os preocupeis. Pronto estaréis de vuelta y todo esto no será más que una pesadilla. - Xingqiu levantaba su mirada hasta encontrarse con el otro y aunque su cara no fuera muy feliz asentía. "Solo un poco más", se decía a si mismo.
Esa misma tarde visitantes de otra región aparecían con el mayor de los sigilos. Un avión privado los dejaba en uno de los aeropuertos autorizados y un coche con los cristales tintados los recogía para dejarlos en el hotel donde el evento se llevaría a cabo. Pocos sabían de aquellas personas, y la información sobre su estancia era totalmente secreta, ni siquiera la policía tenía constancia de la misma. Un par de habitaciones habían sido reservadas, alejadas una de otra para mayor comodidad y disimulo.
- Esta es su habitación. Como pueden ver tienen su propia intimidad, aseo privado y la sala en común. Esta suite cuenta con todos los extras y creo que será de su agrado. -
- Tan diligente como siempre Thoma. Es una pena que no quieras convertirte en mi asistente personal. -
- Como siempre es un placer señora Miko, pero como ya se lo he dicho antes debo declinar su oferta. Es muy generosa, pero soy feliz en mi actual trabajo. - El joven sonreía de forma animada y sincera. - Bueno si necesitan algo no duden en pedir al servicio de habitaciones, ya he dispuesto todo para que cumplan con sus necesidades. - Con una pequeña reverencia se despedía y salía del lugar para dirigirse a la otra habitación. Unos toques fueron suficientes para que se le permitiera entrar y cerrar con seguro la puerta a su paso.
- Veo que como siempre eres sumamente... - Antes de que pudiera continuar, el otro se abrazaba a su cintura desde atras y hundía su cara sobre el hombro de este. El otro sonreía de forma tierna. - Qué ocurre. Fuiste tú mismo después de todo quien se ofreció a venir. -
- Os he echado de menos. Es la primera vez que paso tanto tiempo sin ver...te. - Thoma levantaba su rostro mostrando una cara de cachorrito abandonado. - ¿ Po...demos ? - El otro reía mientras pensaba en lo lindo que era.
- No lo se... - decía mientras se giraba y acariciaba el cabello del contrario. - ¿ Podemos ? - Preguntaba mientras sus ojos mostraban un aura de dominación. Thoma tragaba saliva y le daba un beso corto de forma lenta.
- Por favor... - decía en un susurro.
- Está bien, ya sabes lo que hacer. - Y de esta forma comenzaba a desvestirse de forma lenta y tan solo dejando su colgante puesto, terminando por arrodillarse frente al otro. Ahora ayudaba al otro comenzando por los zapatos. y sus calcetines. Por su parte el otro comenzaba a masajear con su pie el pene de Thoma, el cual comenzaba a calentarse y dejaba ver en sus mejillas que comenzaban a tornarse algo rojas.
Poco tardó el anterior en comenzar a jadear de forma controlada mientras que las mejillas de su compañero se ruborizaban debido a la excitación.
- Aya..to-sama - jadeaba. - por... favor. - suplicaba
- Está bien. - respondía mientras paraba con su pie, se quitaba la chaqueta y desabotonaba el cuello de su camisa para finalmente abrir un poco sus piernas y de esa forma estuviera más cómodo mientras el otro le hacía una mamada.
Cuando Thoma bajó la bragueta del pantalón, notó como una gran erección era visible, eso además de que comenzaba a mojarse. El no era el único con ganas, lo cual lo hacía un poco feliz. Bajó un poco los calzoncillos para poder sacar el miembro de Ayato y así poder comenzar a lamerlo. Comenzaba por un pequeño beso en la punta y poco a poco lo lamía y lo metía en su boca. Jugaba con él mientras que el otro agarraba su cabello de forma suave. En algún momento, Thoma observó la expresión que ponía Ayato, la cual le excitaba tanto, que no podía contenerse por lo que mientras estaba en ello, comenzó a masturbarse.
- Acaso piensas correrte. - Decía mientras acariciaba su mejilla. - No creo haberte dado permiso. Además, no prefieres hacerlo dentro... - Thoma no podía gesticular palabra alguna, tan solo soltaba su pene y terminaba de quitar tanto los pantalones como los calzoncillos del otro. Inmediatamente se percató de que una pequeña cuerda salía de su trasero. Cuerda que pertenecía a un juguetito, el cual no sabía cuanto tiempo había estado en aquel lugar.
Tomó la pequeña cuerda y tiró de ella para sacar el vibrador, haciento que Ayato soltara un pequeño jadeo. Inmediatamente comenzó a meter de forma lenta la punta de su pene en el trasero contrario. Hacía un par de semanas desde la última vez, es por ello que Thoma hacía su mejor esfuerzo por controlarse, pero Ayato al notar esto, sonrió con algo de impaciencia y agarrándolo del colgante hizo que se acercara lo suficiente como para besarlo y poder hablarle al oído.
- Deja de preocuparte y date prisa, ya está listo. - Y así lo hizo, de una estocada rápida la metió completa. Un breve gemido fue soltado por parte de Ayato, el cual cruzaba sus piernas por detrás de la espalda del joven mientras que este comenzaba a moverse sin demora. Thoma pensaba que no aguantaría, el culo de Ayato lo apretaba tanto que le era imposible, aun así no se daba por vencido. De un momento a otro el joven abrazó a su compañero, hundiendo su cara en el cuello contrario mientras no paraba de moverse.
- Ya no aguanto más, voy a ... -
- Yo también... - De esta forma entre jadeos y gemidos ambos se corrían. - Thoma. - Este levantaba su rostro, y era besado por Ayato. - Deberíamos darnos un baño. - El otro asentía y ambos se dirigían a la ducha.
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Fanfic ChongyungXingqiu
FanficHistoria de mafia, promesas, separación y reencuentros. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Hoyoverse.