Capítulo 11.

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- Dónde demonios está cubitos de hielo, necesito hablar con ella. - Yelam parecía molesta.

- Ella... - Antes de que pudiera seguir respondiendo, miró a Shenje, dando a entender que la llamada era para ella. Al final esta última la tomó.

- ¿ De qué se trata ? -

- Ya sabes, simple rutina. - Decía con sarcasmo, Shenje suspiraba. Era obvio lo que quería, pero no entregaría a su sobrino de todas formas. Si querían hablar con él, sería bajo ciertas condiciones. - Oh vamos Shenje, sabes lo que quiero, así que no lo pongas más difícil y dime donde está el chico. -

- Eso no es posible... -

- Está bien, tan solo pásame al chico. - Shenje dudó por un momento.

- Está bien. - Tras esto pasó el teléfono a Chongyung y este lo tomó con algo de duda.

- ¿ Quién es ? -

- Hola chico, ya que ella no atiende a razones es mejor que hablemos directamente. -

- ¿ A qué te refieres?. -

- Fácil, tan solo tendrás que venir, hablar con nosotros y serás libre. -

- ... -

- ¿No te importaría venir y hablar con el viejo?. Lo cierto es que quiere agradecerte y recompensarte. -

- No lo necesito, y no estoy interesado. -

- El no aceptará un no por respuesta, así que tómalo. Un coche te recogerá en veinte minutos en...- La dirección dada estaba relativamente cerca, Chongyung dudaba de seguir o no sus instrucciones, pero si eso conyevaba a que dejaran en paz a las otras dos, estaba bien con ello.

Tras colgar se dirigió rápidamente a la ducha. Se colocó una camisa blanca junto con un pantalon vaquero y una chaqueta negra, la peluca, las lentillas de color y las gafas.

- No tienes por... - Decía Shenje, quien era interrumpida antes de poder completar la frase.

- No, iré. Tal y como dijo esa mujer, no aceptará un "no" por respuesta. - Shenje se sorprendió un poco. Sabía que su sobrino había madurado aunque a veces mostrara destellos de aquel niño al que tanto le gustaban los helados, pero no, ya no lo era. Ahora era un adulto y como tal comprendía ciertas cosas, como que en ese tipo de situaciones, debías estar preparado para lo peor.

Se dirigió hacia el sitio acordado, donde ya esperaban por él. Una limusina negra se abria delante suya para posteriormente llevarlo a la mansión de la familia Qi. Tardaron a penas treinta minutos en llegar y, tras pasar la reja, otros cinco hasta la puerta principal. Al bajar del vehículo, un hombre le daba la bienvenida y le pedía acompañarlo.

- Se bienvenido jovencito. Me han hablado bien de ti. Parece que ayudaste a mi nieto. Gracias. -

- No era necesario todo esto. -

- Oh, vamos, claro que si, salvaste a mi nieto. - Chongyung suspiraba, se preguntaba cuando terminaría esa farsa, pero tenía miedo de que el final no fuera precisamente bueno.

- A qué se debe que me pida venir a este lugar, cuando en realidad con una pequeña tarjeta hubiera sido suficiente. Dado lo ocupado que estará a mi parecer, no creo que me haya llamado solo para darme las gracias. - El rostro de Chongyung mostraba desconfianza y preocupación, tal y como había mencionado, ese hombre debía querer algo más cuando lo llamó en persona. En respuesta el viejo sonrió. Para él debía ser interesante aquel impertinente joven.

- Bien, bien. Supongo que no te gustan mucho los juegos. Para empezar que tal si me dices tu nombre muchacho. -

- Shenyung. -

- Está bien Shenyung, te lo resumiré de la siguiente forma. Teníamos la llave para desenterrar el misterio, sin embargo, parace que, como hace años, alguien ha vuelto a callar a los canarios. - El semblante del viejo había cambiado en un solo instante, y eso no podían ser más que malas noticias. -

- Se refiere a... - El otro tan solo asentía. Chongyung tragaba saliva, alguien sería tachado de culpable, y había posibilidades de que le dieran el papel principal a él. - Ahora lo entiendo. Piensa que fui yo, sino, no me hubiera hecho venir hasta aquí. - Chongyung suspiraba. - Pierde su tiempo, no soy el peón que busca. -

- No, y es por eso mismo que voy a pedirte que trabajes para mi.- Una idea absurda, ¿quién en su sano juicio pensaría después de lo que ha pasado en contratar a alguien que nisiquiera conoce?. Ese viejo estaba tramando algo o se había vuelto loco.

- Qué... -

- Probaré tus habilidades con mis hombres, si no das la talla, al menos tu cuello lo hará. - Antes de poder hacer un simple movimiento, Chongyung fue atrapado por uno de los sirvientes del viejo y llevado a una sala algo alejada del lugar donde estaban. Esta se trataba de un dojo de entrenamiento. Se podían observar todo tipo de armas, ademas de un cuadrilátero y equipo para llevar a cabo gran variedad de etrenamientos en combate.

- Esto se pone interesante. - Decía una voz femenina y muy conocida para algunos.

- Oh, Yelam, al final te animaste a ver el espectáculo. -

- Bueno, estaba deseando ver de lo capaz una persona que la tiene como maestra. -

Chongyung miraba a su alrededor. No había escapatoria, y según lo dicho por el viejo, si no iba enserio, su cabeza permanecería poco tiempo más en su sitio. Tragaba saliva ante el pensamiento de que eso incluso podría pasar sin necesidad de someterlo a esa tortura. " Si tan solo supiera que forcé a Xingqiu", era lo único que podía pensar, pero ya daba igual, si no moría por una cosa, lo haría por otra, no había solución, al menos daría su mayor esfuerzo.

Quitó su chaqueta y la dejó a un lado, tras lo cual remangó su camisa de ambos brazos y se dispuso a tomar una postura cómoda de boxeo. Ya que estaban en un ring, por qué no. Después de todo había aprendido a disimular su estilo de combate, aunque fuera un tanto problemático en ocasiones.

Segundos más tarde su oponente tomó su lugar. Cuando Yelam lo vió, sonrió. En su cabeza no paraba de sonar la palabra interesante a la par que el combate se acercaba a su inicio. ¿ Quién ganaría? Para algunos era obvio, pero quién sabía.

Fanfic ChongyungXingqiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora