Shenje volvía a la casa Qi. El hablar con Morax no le había resuelto gran cosa pero era un avance. Aunque algo en su mente le daba a entender que la poca información que obtuvo podría tener una pieza clave, es más, un trozo de la conversación quedó grabado en su mente, "no es normal su descuido", se repetía una y otra vez.
Por su parte Chongyung comenzaba su primer día como guardaespaldas de Xingqiu, el cual estaba algo estresado debido al poco tiempo libre que tenía.
El no poder llevar una vida normal, ya era suficiente carga como para encima ni siquiera tener un pequeño respiro para leer sus preciadas novelas, o escribir alguna. Así pasaban los días, monotonía a la par que estres se acumulaban en la espalda de Xingqiu.
Varias reuniones, un almuerzo y de nuevo más reuniones lo habían agotado ese día. Era suficiente. Llegado a cierto momento incluso sus hombros estaban cargados a causa de la tensión.
Suspiraba al llegar a casa, mientras se dirigía a su cuarto, pero no sin antes pedir algún relajante para su dolencia.
- Si lo deseas puedo ayudarle con ello. - por fin se dignó a mirar a su acompañante, el cual lo había seguido fielmente como si fuera un perro, aunque era cierto que era su trabajo.
- También eres masajista. - Xingqiu se burlaba mientras el otro no perdía la compostura.
- No, pero me enseñaron bien a trabajar los músculos y los puntos de presión. -
- Mmm... - Xingqiu dudaba de si aquella persona verdaderamente era de utilidad en esos casos, el que fuera buen luchador no lo convertía de inmediato en un especialista en cualquier campo.- Vamos, si te incomodo pararé. Lo prometo. - Xingqiu suspiró y terminó accediendo. Esperaba no arrepentirse. - Por aquí. Siéntate un momento mientras voy a por algo de té. - A penas cinco minutos más tarde aparecía el otro con el té, se lo entregó al de cabello azulado y se sentó a su lado. - Ahora necesito que te quites la camisa y me des la espalda. - No lo pensó mucho y accedió a ello, se giró mientras quitaba su camisa y echaba su pelo hacia adelante dejando que cayera sobre uno de sus hombros. Chongyung comenzó a palpar su espalda en busca de alguna contractura o daño en la misma. - Avisa si notas algún dolor.
- Justo ahí, mmm, es molesto. -
- Tienes un nudo. Probablemente duela un poco, pero sopórtalo. - De un momento a otro ejerció presión en el lugar. Xingqiu soltó un pequeño gemido de dolor, pero estaba bien. La sensación desapareció en pocos segundos. El otro siguió masajeando la espalda durante unos minutos. Para cuando quiso darse cuenta, Xingqiu estaba tan relajado que notaba como perdía la consciencia poco a poco. Se estaba quedando dormido.
- Ya es suficiente. Gracias. - Decía mientras se colocaba la camisa de vuelta.
- Cómo lo notas. -
- Algo adolorido, pero no es la misma sensación. -
- Si en algún momento vuelves a sentir algo, avisáme. Volveré a ayudarte encantado. - Chongyung se levantó y se marchó hasta su habitación, Xingqiu le imitó y terminó en la suya. Ambos tumbados en la cama mirando hacia el techo, apenas un par de minutos después el joven de cabello azulado cayó dormido mientras que el otro, pensaba en cuan dificil sería continuar cerca.
A la mañana siguiente, Xingqiu despertaba totalmente renovado. Parece que dejar que aquella persona hiciera el trabajo, no fue tan mala idea. Se levantó de la cama, tomó una ducha, se vistió y fué a la sala a desayunar, donde se encontró con su abuelo y conversaron sobre cierto incidente que se llevó a cabo la noche anterior.
- Así que al final ha ocurrido. - Xingqiu en ese momento parecía algo ofuscado, cosa que incluso se intensificó con la visita de cierta mujer que menos que estar en el olvido, estaba dando guerra.
- Buenos días. Espero no importunar con mi visita. -
- No, por supuesto que no, acabamos de terminar. -
- Me ha costado reconsiderar ciertos puntos, pero creo que lo he conseguido. - A diferencia de la última vez, esta llevaba un conjunto sencillo de camisa y falda. Elegante pero no extravagante.
- Ya veo, si no le molesta podríamos pasar a mi despacho. - Ésta tan solo asintió y sonriendo como si tuviera algo interesante en mente siguió al viejo. Mientras tanto Xingqiu se quedaba pensativo. No era casualidad que ella hubiera llegado esa misma mañana, algo tenía que ver con aquel incidente.
Cambiando de escenario, se podía observar como unas cintas policiales delimitaban el escenario de un incendio. Por suerte no hubo heridos.
- Malditos malandrines. Ni siquiera dejaron pistas. - Decía Beidou, quien se encargaba de la investigación en persona. En todos sus años de servicio, había visto muchos casos de ese estilo, y por suerte para ella, este sería algo más simple. Al hablar con el dueño, este le comentó lo que había pasado y se llegó a la conclusión de que el incendio había sido intencionado, pues no había mucho donde escoger. El culpable aparecería en breve y terminaría entre rejas, ahora solo quedaba encontrar alguna pista que los llevara hasta el susodicho.
Parece que esta era la señal para que cierta rubia saliera del partido, porque con lo que al viejo Qi se refería, aquella relación de negocios había llegado a su fin.
- Veo que esta vez viene con un proyecto igual de pretencioso. - Sonreía.
- No creo que tenga nada de pretencioso, señor Qi. Sin embargo si usted lo dice... -
- Si, me lo sigue pareciendo. De nuevo le aconsejaré que sea un poco más humilde. En cuanto a nuestros negocios, aquí han terminado. -
- ¿Qué... ? No puede hacer eso... -
- Si que puedo, le pedí algo, y ha sido incapaz de llevarlo a cabo, por lo que prescindiré de sus servicios de ahora en adelante. Tenga buen día.- El enfado de Rosalyne era visible. Para ella aquello había sido una gran humillación y una gran falta de respeto hacia su persona.
- Esto no quedará así. - Decía entre dientes mientras se marchaba del lugar. Por desgracia no era una persona de la que no volvería a saber, de eso estaba seguro Qi.
Tras la salida de la misma, Xingqiu aparecía en el lugar, mostrando la misma expresión. Expresión que cambió de un momento a otro al ver a su abuelo sonreir.
- Todo bien por lo que veo. - El viejo asentía. Ese había sido un duro golpe para la mujer además de para su equipo, quienes deberían estar pendientes de sus espaldas, si querían seguir libres.
- Si, ahora será mejor que tengas cuidado, una mujer como ella es peligrosa. Y ya sabes a lo que me refiero. - Xingqiu tan solo asentía. No pensaba que el plan iba a salir tan bien, pero como era de esperar y temer, aquello aún no había terminado.
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Fanfic ChongyungXingqiu
Fiksi PenggemarHistoria de mafia, promesas, separación y reencuentros. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Hoyoverse.