— ¿¡Qué es esto!? — el grito de Lydia me hizo despertar de golpe.
Escuché sus pasos atravesar la sala hasta mi habitación, abrió torpemente la puerta y trepó hasta mi cama, poniendo su celular a centímetros de mi rostro.
— Lydia ¿Qué haces? — pregunté aturdida por la luz de la pantalla.
— ¿Qué hago yo? ¿Qué haces tú mejor dicho?
Tomé el celular para ver un poco mejor, era el portal de una revista de farándula. En el título se leía "¿La fiesta se acabó?" Y más abajo decía "Ayer se ha captado al heredero empresario Oliver Black en una cita con una misteriosa joven, ambos se veían totalmente acaramelados, nos preguntamos ¿Han logrado domar al león más cotizado de Londres?"
El resto del artículo eran fotografías de la cita, entrando al restaurante, nostros riendo, ugh, ese no era un buen ángulo para mi.
Leí un par de comentarios.
"Que envidia ¿Alguien sabe quien es?"
"Ni siquiera es tan bonita"
"Se ven preciosos juntos ¿Saben de que colección es ese vestido? Necesito tenerlo"
"Mi pobre corazón, no resisto esto!"
Miré a Lydia quien estaba impaciente.
— Eh...
—¿Por qué no me dijiste nada? Somos mejores amigas ¿No?
— Si Ly.
— ¿Entonces por qué no me contaste que tuviste una cita con Oliver Black?¿Cómo lo conociste? ¡Quiero los detalles! — demandó.
Definitivamente le debía una explicación a Lydia. Pero aún no sabía que decir, tal vez, solo tendría que contarle la historia de la carpeta.
— Pues... verás, he estado saliendo con él en secreto por tres meses.
Sentí que me quedaba sin aire al "confesarle" la relación en voz alta.
— Oh por dios...
Se sentó en la orilla de la cama sin decir nada.
— ¿Por qué no me dijiste? ¿O a Carter? No me digas que le contaste a Carter.
— No, tampoco sabe nada.
— Debiste decirnos algo, lo que fuera.
— Él...me pidió que mantuviera el secreto.
— Pero ¿Cómo se veían? ¿Cuándo? Siempre estabas aquí o en entrevistas de trabajo, tú no sales...
— Era algo así como...una relación a distancia — sonaba verdaderamente tonto, sin sentido, nadie creería algo así.
— Ay Emma, se debe sentir bien poder decirlo en voz alta ¿No? — se acercó y me dió un abrazo — No me imagino lo duro que debió ser guardar el secreto, estoy muy feliz por ti amiga.
— Gracias — reí algo nerviosa.
En ese instante mi teléfono comenzó a sonar.
El dispositivo no paraba de vibrar con insesantes notificaciones.
Mensajes y mensajes de personas con las que no había hablado hace años, todos preguntando por aquellas publicaciones.
— Te has vuelto muy popular — me dijo Lydia apuntando al celular.
— Supongo que debo tomar el reflector ¿No?
— ¡Esa es la actitud!
Actitud, definitivamente es lo que necesito para afrontar todo lo que se viene.
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Novia a Domicilio
RomanceElla necesita un empleo. Él, una novia. ¿Podrá un acuerdo tan extraño convertirse en algo más? Emma Peters es una joven quien desesperadamente necesita empleo, una broma la hará cruzarse con el problemático Oliver Black, un joven heredero con un gus...