21 - La Boda parte 2

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Shock.

Es todo lo que puedo describir.

Después de ver a Henry entre los invitados, mirándome fijamente, sus ojos escaneando cada centímetro de mi cuerpo, entre en un estado que solo podría denominar piloto automático, todo a mi alrededor dejó de tener sentido para mi, era como si todos siguieran moviéndose, pero no hubiera sonido, todo estaba nublado menos Henry, que me miraba, con esa sonrisa tan cínica, que decía "No te puedes librar de mi", ¿Cómo es que está aquí? ¿Qué hace aquí? Se que Carter no permitiría que lo invitaran y Louis no lo conoce.

Mi corazón late tan rápido que no lo siento, no respiro, estoy paralizada ¿Qué debo hacer? Quiero huir, quiero correr lejos de aquí, mis piernas no me responden, quiero llorar.

Aplausos, escucho aplausos a lo lejos, miré a Carter, estaba compartiendo su beso de matrimonio con Louis mientras todos aplaudían y sonreían, empecé a aplaudir por inercia, todo está en cámara lenta, Henry está aplaudiendo también, aplaude mientras me observa, sabe que me tiene, sabe que me sorprendió, sabe que estoy asustada.

Louis y Carter se mueven, el resto de Damas y Padrinos se mueven detrás de ellos. ¿Puedo moverme? No sé si puedo moverme, veo a Oliver frente a mi, tengo que moverme, caminé en automático, tomé su brazo, inmediatamente me miró con una ceja levantada, miré mis manos en su brazo, estoy temblando, lo miré a los ojos, sabe que algo no está bien, busqué a Adam entre la multitud, me mira serio, se ha de haber dado cuenta desde hace un rato que algo anda mal.

Miré a Oliver nuevamente, su mirada seria, dura, escudriñaba la multitud de gente, sabe que solo existe una cosa que puede ponerme así de mal.

- Ese infeliz está aquí ¿Verdad? - me susurró con rabia.

Solo alcancé a asentir.

Dijo algo más, no lo escuché. Llegamos a la puerta, había más invitados recibiendo a la pareja con luces de bengala, alumbrando a los novios, serán fotos preciosas, el ruido de la multitud me hizo sentirme mareada, me falta el aire, no puedo respirar, necesito salir de aquí, tengo que salir de aquí.

- ¡Emma! - escuché el grito de Adam entre la gente.

Le busqué, lo vi entre dos personas mirándome y extendiendo su mano para que fuera con él, estuve a punto de hacerlo, cuando sentí una mano sobre las mías, Oliver.

Voltee a verlo, no me miraba a mi, miraba a Adam, su rostro serio y desafiante.

Adam me llamó nuevamente.

Y fuí.

Lentamente solté el brazo de Oliver y me encaminé a Adam, quien me recibió con los brazos abiertos.

Su abrazo fue como anestesia, un abrazo que decía "aquí estoy, tranquila", cerré los ojos intentando no desplomarme y llorar.

Pude sentir la mirada de Oliver clavada en mi espalda, me negué a mirarlo, no se cómo me estaría mirando, pero sé que verlo no será mejor para mí, al menos ya no.

Adam me llevó a parte de la multitud, una vez estuvimos lo suficientemente lejos se colocó frente a mí y habló.

- ¿Estás bien?

Negué.

- ¿Sabes que sucedió?

Asentí.

- ¿Me quieres contar?

Dudé.

Después de todo era mi terapeuta, conoce mi situación.

- Henry, está aquí.

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