Capítulo 5. A primera vista

73.9K 5.5K 2.7K
                                    

A primera vista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A primera vista

01 de marzo, 2020

Las gradas estaban repletas de personas. No era algo a lo que no estuviera acostumbrado. Ver tanta gente, apoyando a nuestro equipo y al pendiente de cualquier cosa buena o mala que pudiéramos hacer.

Digamos que era lo normal en un deporte como este. Y lo normal para mí era ganar. No había otro pensamiento en mi cabeza u otro final para este juego. Debía ganar y me aseguraría de llevar a mi equipo a la cima, como siempre había sido.

Aún así, tan pronto terminé de poner mi uniforme de forma correcta, incluyendo las protecciones para no sufrir accidentes, algo dentro de mí me dijo que la noche de hoy sería curiosa. O que traería algo para lo que no estaba preparado. Bueno, nunca me equivoco y definitivamente esta vez no fue la excepción.

—Hoy luego del partido iremos a celebrar —murmuró Walker a mi lado, ajustando las agujetas de sus zapatillas deportivas—. ¿Unas cervezas? ¿O prefieres fiesta en mi casa?

—Prefiero concentrarme en ganar.

—No seas aguafiestas —bufó, para luego ponerse en pie—. Acordemos algo. Si el punto final lo hago yo, haremos fiesta en mi casa, y si lo haces tú, será ir por unas cervezas.

—¿Y si lo hago yo? —se entrometió Noah

—Si lo haces tu tomaremos un refresco en la acera.

—Gracioso —blanqueó sus ojos

Tristan se rio, divertido, en lo que yo negué con la cabeza

—¿Estás muy seguro de que ganaremos? —pregunté

—Tan seguro como que hoy me levanté más guapo de lo normal y eso que siempre estoy guapo —encogió sus hombros, fingiendo indiferencia—. ¿Cómo te ha ido con la rubia, Stevens?

—¿Cómo sabes que salgo con alguien?

—Porque de tus ojos brotan corazones, man. Y eso que llegué a pensar que era por mí.

—No seas imbécil.

—Además no hay que ser genios para saber que se trata de Alicia Stelle —tomó el casco, mientras hablaba—. Estás enamorado de ella desde que tenías... no lo sé... ¿ocho años?

—Ocho y medio —bromeé

—Ocho y... —soltó una carcajada que me hizo reír también

—Que maduros son —canturreó el pelirrojo, negando con la cabeza—. Para que les quede claro, al menos yo si tengo expectativas en mi vida.

—Ryan también —bromeó el moreno

—A mi no me metas en eso.

—Ah cierto, nuestro Cox está apartado.

La última de las estrellas ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora