Capítulo 43. Igual que el mío.

58.6K 2.9K 1.5K
                                    

Igual que el mío

Sentía caricias suaves. Me encontraba boca abajo en una posición muy cómoda. Dormí tan bien y tan plácidamente, como no había dormido en mucho tiempo. Sin embargo, el sentir una especie de camino trazado con besos por toda mi espalda desnuda fue suficiente para empezar a despertarme.

Arrugué el ceño entre sueños.

Sentía mi cabello tapando mi rostro. Me aferré a la almohada pegada en mi mejilla. Y aun así tenía que despertar. Lo hice, abriendo mis párpados despacio al mismo tiempo que pestañeaba para eliminar cualquier visión borrosa.

Me incorporé, levantando mi cabeza. Tuve que pasar el dorso de mi mano por mi frente para retirar el cabello. Después fui consiente de lo que sucedía, pues me topé con una radiante sonrisa.

Ryan acarició siguió acariciando esa parte de mi cuerpo, esta vez con las yemas de sus dedos causándome un escalofrío. Le di una pequeña sonrisa en lo que intentaba terminar de despertar.

—Buenos días —me dijo, inclinándose para besar mi frente

—¿Qué hora es? —me tapé la boca al bostezar

—Debe ser temprano. Aún hace frío.

Carraspeé

—Debo lucir como un espantapájaros.

—En realidad no —se rio—. Te ves más bien cansada, quién sabe qué clase de actividad realizaste anoche como para lucir así.

Lo miré, pasmada

—Ryan...

—Debió ser... interesante.

Le lancé un pequeño manotazo que no le alcanzó a dar. En lugar de eso lo esquivó con una bonita risa que me contagió. Subí el edredón hasta mi pecho, cubriéndome

—Dani...

—¿Sí?

—Si sabes que ya memoricé todo tu cuerpo, ¿cierto? —me guiñó un ojo—. Perfectamente.

Escondí mi rostro en la almohada

—Tengo frío.

—Es verdad, perdóname —inmediatamente me abrazó, dejando mi cabeza en su cuello. Me rodeó con sus brazos en un gesto protector—. Olvidé que si te suelto te congelarás.

—Tonto —me reí

Sentí un beso en mi cabeza

—Te adoro —susurró

La bonita e indescriptible sensación que me invadió anoche me hizo lo mismo esta vez, haciéndome sonreír ampliamente por sus palabras. Lo miré, estirando mi mano para acariciar su mejilla con suavidad

—¿Qué dirán los chicos cuando nos vean juntos otra vez?

—Uhm... tal vez dirán que su plan funcionó —rodeó mi cintura—. Los oí hablando sobre dejarnos compartiendo habitación. Y dije; es la mejor idea que se les pudo haber ocurrido. Les daré un premio cuando los vea. 

Me reí, dándole un ligero golpe. Ryan también soltó una pequeña risa, y se acomodó sobre mí, dejando su cabeza en mi pecho para que yo acariciara su cabello esta vez.

Cerré mis ojos un momento, en un suspiro

—Te amo —susurré

—Yo te amo más —me respondió al instante

Y por primera vez, sentí que estaba completa de verdad.

📚

Literalmente cuando salimos de la habitación, ya todos estaban sentados en aquel comedor. Salí yo primero, acomodando mi cabello a medida que daba pasos rápidos. No quería preguntas indecorosas y menos cuando todos se habían quedado callados apenas nos vieron salir.

La última de las estrellas ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora