LIBRO 1. SAGA «COX»
Dani es la típica chica que nunca puede decir que no.
Ryan es el goodboy que tiene un interés amoroso bastante fuerte hacia la castaña de ojos cafés que dibujaba rosas en su cuaderno.
Ambos son diferentes si se comparan, pero...
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Por ahora
30 de junio, 2020
Una pequeña risa abandonó mi garganta, hacía mucho que no reía tanto como en esta ocasión. De hecho, me atrevería a decir que la paz que sentía estaba muy cerca a ser perfecta.
Mi compañero se encargó de hacerme sonreír con cada comentario que salía de sus labios, a decir verdad, bien era una palabra muy corta a cómo me sentía ahora mismo, era increíble.
Me quedé mirándolo un momento mientras terminaba con su lectura, pareció ser consiente de mi forma fija de prestarle atención a cada uno de sus movimientos, pues terminó sonriendo mientras leía.
En un movimiento casi imperceptible, movió su mano y luego pellizcó mi cintura causándome una risita que también lo hizo reír.
Continuó con la lectura
No lo escuché en lo absoluto, mejor me concentré en la forma peculiar que tenían sus cejas pobladas de arrugarse con cada cosa que leía, la concentración era tanta que ni siquiera el mechón de su frente lo interrumpió.
Su mano se mantuvo en mi muslo así que la tomé entre la mía, causando que él enlazara nuestros dedos enseguida
Acaricié el dorso suavemente
Terminé de recostarme en la alfombra en la que nos encontrábamos, pegando mi espalda a la pared.
Lo miré con fijeza, dándome cuenta de cómo las cosas habían cambiado mientras había entrado a la universidad, ahora no solo me sorprendía el hecho de haber forjado una relación con un chico como Ryan, sino también el hecho de que lo que sentía estaba sobrepasando las barreras.
No solo me gustaba. Esto era algo más.
Con todo el tiempo que hemos pasado juntos he podido confirmarlo. La forma en la que vive en mis pensamientos, adueñándose de ellos sin siquiera intentarlo, mi corazón latiendo rápido cada vez que lo veo, el deseo de tener estos momentos como pareja. Todo.
No quería que se terminara nunca.
Sus labios entreabiertos soltando palabras que leía en voz alta, se cerraron abruptamente. Fue ahí donde sacudí mi cabeza, poniendo todo de mí para ser consciente de lo que sucedía a mi alrededor.
Ryan me miró
—¿Entonces sí?
Pestañeé, confusa
—¿Entonces si qué?
La sonrisa en su rostro volvió
—No me estabas prestando atención, bonita.
—Sí —aseguré de inmediato—. Es que me perdí en la última parte, ¿qué sucede?
Se acercó un poco más a mí, rozando nuestros brazos
