Uno más
17 de agosto, 2032
No moví ni un músculo por un momento, simplemente me quedé en aquel taburete, con las piernas cruzadas y un libro interesante en mi mano. Le di un sorbo a mi taza de café mientras esperaba, y al mismo tiempo, avancé con mi lectura hasta casi terminar aquel capítulo.
Claro, antes de que escuchara los pasos provenientes de la segunda planta. Parecieron pisadas arrolladoras como de una estampida, pero no era una estampida.
Era mi segundo hijo.
Se detuvo en el último escalón con el balón en forma de óvalo bajo su brazo. Levanté la cabeza para mirarlo, él me frunció el ceño con algo de confusión. Suspiré, dejé el libro en la barra al igual que mi taza y mis lentes de lectura. Al volver a verlo, este parecía titubear
—¿A dónde vas? —le pregunté
Tenía su ropa deportiva, y su cabello deshecho
—A jugar —se encogió de hombros—. Mis amigos me esperan para practicar en el parque. Volveré antes de la cena.
Antes de que diera un paso, me adelanté
—¿Con permiso de quién? —enarqué una de mis cejas
Eso lo confundió, aunque terminó soltando un suspiro, desganado. Entonces, se preparó para soltar la palabrería
—Mamá, mujer hermosa y guerrera, la persona que más amo en este mundo, te ves hermosa hoy ¿te lo había dicho?
—No —batí mis pestañas
—Pues lo estás —esbozó una sonrisita—. ¿Puedo ir a...?
—No —respondí rápido, para después darle otro sorbo a mi taza
La cara de Elliot era un problema
—Pero... mis amigos me esperan.
—Y yo acabo de decirte que no —me mostré impasible—. Quiero que subas y me traigas tu examen de inglés. El que yo te firmé.
Sus ojos se abrieron más, pasmado
—Oh, no, cierto —bufé—. No lo firmé, lo hiciste tú ¿verdad? Falsificaste mi firma, porque sacaste una F.
Pestañeó, luciendo acorralado
—Mamá...
—Cariño, ni siquiera tenías que darme una explicación, sé que eres malo en inglés. En lugar de castigarte pude haberte ayudado a aprender más fácil, pero no hiciste eso. Decidiste ocultarme esa información como si no fuese a notarlo.
—Yo...
—De verdad que no quería hacer esto —suspiré, para después tenderle una de mis manos—. Dame tu balón
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La última de las estrellas ✓
RomanceLIBRO 1. SAGA «COX» Dani es la típica chica que nunca puede decir que no. Ryan es el goodboy que tiene un interés amoroso bastante fuerte hacia la castaña de ojos cafés que dibujaba rosas en su cuaderno. Ambos son diferentes si se comparan, pero...