Capítulo 9. Lo haré

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Lo haré

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Lo haré

10 de abril, 2020

Y volvimos al inicio de todo.

Un viernes.

Al menos en esta ocasión no tenía que soportar una estúpida cena de «unión familiar» sino todo lo contrario a eso, hoy solo seríamos los tres. La razón era simple: había venido a visitarlos por primera vez desde que me fui a la universidad. Ya que mi madre ha estado intensa un poco —bastante—, sobre mi olvido hacia ambos y mi única atención algo que no tuviera que ver con mis dos progenitores.

Lo cual ella exagera.

Hablamos por mensajes y de vez en cuando llamadas, claro que eso no es muy correcto de mi parte, por lo tanto, me decidí en tomar las llaves de mi auto aprovechando que en la tarde no tenía clases y mañana al ser sábado no estaba plagada de trabajos o algo que se le pareciera.

Estaba libre, en otras palabras.

Tan pronto aparqué mi auto en la acera, me bajé de él y saqué las cosas que necesitaba, para luego subir los pequeños escalones que tenía que subir hasta que me detuve en la puerta, dando algunos toquesitos a la espera de ser abierta.

Al hacerlo, mi madre me dio la bienvenida.

—Hola —pronuncié

—Dani —sonrió grandemente, me atrajo a su cuerpo para un abrazo—. Te he extrañado tanto y eso que no ha pasado mucho tiempo en realidad.

—Para que veas que estás exagerando —me liberé suavemente, pasando por su lado para ingresar a la casa—. ¿Y bien? ¿Cómo te ha ido?

—Ya sabes —cerró la puerta para caminar a mi lado—. Todo ha estado en orden, de hecho, estuve pensando en comprar un apartamento pequeño para mudarme yo sola ya que tu no estás y esta casa es muy grande solo para mí.

La miré abruptamente

—¿Me estás hablando enserio?

—Sí —nos detuvo a ambas, para mirarme—. Bueno, es... momento de que sea consciente de las cosas. Tu padre tiene su propia familia, tu tienes tu residencia en la universidad y cuando salgas podrás comprar tu propio apartamento, yo... no puedo quedarme aquí toda la vida.

—Eso lo sé, pero... —me corté a mí misma, sin querer que se oyera como si estuviera cortando su sueño de raíz—. Es que... aquí tenemos todo.

—¿Hablas de las cosas materiales? Eso no es problema, cariño, podemos...

—Hablo de los recuerdos —la interrumpí

Ella entreabrió sus labios, sin saber cómo proceder

—Dani...

—No, lo entiendo —apreté mis labios—. Y sí tienes razón, este lugar es muy grande como para que estés aquí sola. Mejor vamos a pasar el rato, ¿no? Tengo que volver antes de que anochezca.

La última de las estrellas ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora