Capítulo 42

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- No creo que debas Jinnie, al menos espera a que llamen del orfanato ¿Si? -pidió el alfa preocupado, viendo cómo su omega se abrigaba para salir.

- Me siento ansioso Nam, quiero hacer algo de lo que tengo pendiente. -soltó al borde de las lágrimas.

- Ay Hyung, entiendo cómo te sientes, pero ¿no puedes esperar hasta mañana? O al menos, déjame acompañarte...

- Voy y vuelvo Nam, solo confía en mí y espérame aquí... -rogó.

- Esto es muy difícil para mí, lo sabes ¿Cierto? -acarició su mejilla y el omega asintió- Pero lo haré.

- ¿De verdad? -cuestionó sorprendido.

- Si, solo porque cesó el estado de emergencia, y pediré algo a cambio.

- ¿Que cosa? -preguntó curioso.

- Déjame marcarte con mi olor... -ordenó con las mejillas sonrojadas.

Seokjin le miró con seriedad hasta que se percató de lo que le estaba pidiendo su alfa. Esa actitud posesiva y a su vez avergonzada era algo que aún no conocía de él. Pero así como a sus demás cualidades, la amaba.

Su alfa aún tenía distintas facetas que mostrarle y Seokjin no podía esperar a conocerlas todas.

- Por supuesto que puedes marcarme Nam. -soltó con emoción.

Entonces el alfa no tardó en pegarse a él en un abrazo. Seokjin se dejó hacer, sintiendo como Namjoon comenzaba a moverse, frotándose suavemente contra el grueso abrigo que vestía.

El omega sintió su ropa ser removida y se estremeció ante el tacto de la lengua contraria sobre la marca en su cuello.

Su acelerado corazón parecía querer salirse de su pecho, y se vió obligado a contener la respiración, por miedo a querer algo más que solo un frote.

La lengua de Namjoon terminó con su labor en su cuello y se escondió para dar paso a sus labios, que emprendieron camino desde su cuello hasta su rostro.

El omega sonrió con ternura cuando, con los ojos cerrados, le sintió besar todo su rostro. Más abrió los ojos al sentir que una bufanda rodeó su cuello, abrigandole aún más.

- Vé con cuidado ¿quieres? -pidió- Te amo, Seokjin.

- También te amo, Nam... Gracias.

Un húmedo beso marcó la breve despedida y Seokjin se marchó con un nudo en la garganta. Y no precisamente el de la bufanda.

Y es que le resultaba imposible no sentir a través del lazo, la preocupación que su alfa intentaba reprimir. A Seokjin le conmovía demasiado lo que hacía por apoyarlo y darle su espacio.

No obstante, al bajarse del taxi sus piernas comenzaron a temblar.

Había llegado a aquel lugar una vez más, y esta vez por sus propios medios. Pero en vez de sentirse orgulloso, y a pesar de lo mucho que había insistido en ir allí, era ahora cuando se percataba de lo que estaba apunto de hacer.

Llegó a la ventanilla, se presentó y pidió para hablar con aquel alfa. La mujer accedió y le guiaron al lugar.

El oficial guía se ofreció a acompañarle durante su charla, pues había notado su embarazo, y era imposible no sentir los nervios y el miedo que emanaba el omega a través de su aroma.

Pero Seokjin negó.

- Estoy bien, gracias. -dijo, neutral. Pues si había alguien más escuchando, dudaba que el alfa hablara.

Se adentró al lugar, y se sentó en la silla. Al otro lado del vidrio se encontraba su agresor, uno de los malditos que pagó para "divertirse" a su costa.

Mi caso especial [NJ] (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora