XV

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—¿Podrías decirme qué demonios te pasa? —SeokJin comenzaba a perder la paciencia. Pues desde que su hermano llegó, no había hecho más que hablar entre dientes murmurando sabrá Dios qué, mientras daba vueltas por toda la sala -la cual no era muy grande- buscando que cosas aún estaban usables, aún cuando él ya lo había hecho antes.

—Tengo un dilema.

—Eso ya lo noté, pero ¿a qué se debe?

—A mi nuevo empleo— murmuró cabizbajo desplomándose en el único sofá.

—¿Ocurrió algo? ¿Te incomodaron? —preguntó preocupado, mientras se acercaba rápidamente hasta estar frente a ella, pues Taehyung ya le había comentado de ciertas veces en las que recibió acoso.

—Es solo que hay cosas que me ocultaron y son peligrosas—dijo bajando poco a poco su tono de voz.

Aquello automáticamente tensó al mayor, pues si existía algo de lo que siempre se había preocupado, era de proteger a Tae de situaciones de riesgo.

—¿A qué te refieres? ¿Cómo es que cuidar de un infante puede ser peligroso? —dijo aparentando confusión.

—No sé si esto te podría poner en peligro también Hyung, no me hagas decírtelo, por favor.

—Sea lo que sea Tae, si sientes que es demasiado para ti, no lo hagas. —susurró tomando su mano—Sin embargo, ten en cuenta lo mismo que me acabas de decir. Hay cosas que es complicado explicarle a alguien, y cosas que simplemente no debe saber cualquier persona, si tú crees que podrías soportar el peso de cualquiera que sea tu decisión, entonces eso es lo correcto. —dijo como forma de apoyo, pues pudo notar el leve atisbo de tristeza que mostraba.

—Gracias Hyung.

Después de aquello Taehyung quedo un poco más relajado que antes, pero aun había cierto pesar en su corazón, pues consideraba inmoral trabajar para Jungkook.

Y no era el único que sentía una molestia en su corazón, pues SeokJin esperaba jamás tener que decirle su más grande pesar.

Durante la noche, Taehyung no podía dormir, tal vez se debía al hecho de que su cerradura había quedado completamente destrozada, o el hecho de que el sofá era incomodo, pero ¿a quien quería engañar? Su mente no lo dejaba descansar, pues tan pronto cerraba los ojos imaginaba una muerte tortuosa a manos de Jeon. Por lo que, hastiado de eso, decidió salir a fumar al reducido espacio en su ventana -el cual se suponía que era un balcón- disfrutando de la brisa helada de la noche, sin embargo, no esperaba ver justo frente a él un Ferrari último modelo estacionado.

—¿Qué clase de idiota sale con ese auto a una zona como esta? —murmuró dando una profunda calada a su cigarrillo.

Mas no esperaba recibir un mensaje precisamente en el momento en que soltaba el humo del tabaco, por lo que extrañado tomo su celular para verificar quien podría ser a esa hora. Por poco dejó caer su celular al ver el remitente, sin embargo, lo sostuvo lo mejor que pudo y leyó dicho mensaje.

Señor Jeon:

De verdad luces intimidante fumando. ✔️✔️

No entendía como es que no supuso que aquel extravagante auto podía ser de su extravagante jefe, por lo que simplemente al leerlo apagó su cigarrillo, y volvió a adentrarse a su departamento, no esperando que un nuevo mensaje llegara.

Señor Jeon:

Espero que vayas a bajar y no que solo me estes ignorando. ✔️✔️

Aquello irritó un poco su ya de por si hastiado carácter, por lo que molesta, tomó sus llaves, un abrigo y su teléfono, para después salir del departamento, no sin antes responderle.

Taetae:

¿Por qué estás aquí?✔️✔️

Señor Jeon:

Creo que ya lo sabes, tenemos que hablar.✔️✔️

Realmente no le sorprendió que leyera tan rápido su mensaje, sino que tal vez, él ya sabía que Jung le había dicho sobre la mafia. Y aquello le aterraba en sobre manera. No esperó más, y simplemente terminó de bajar hasta salir completamente del edificio.

Al sentir el viento vio que Jungkook salió rápidamente del auto y caminó apresuradamente en su dirección, sin embargo, su rostro era sombrío, tétrico incluso, demasiado inexpresivo para su gusto, pero hubo algo que disminuyo su miedo, algo específicamente en su mirada.

Cuando estuvo delante suyo le fue inevitable cerrar los ojos, completamente asustado, al sentir como Jungkook tomaba su rostro con fuerza.

—¿Estás bien? Yeonjun me informó del tiroteo, y Hoseok sobre que te marchaste debido a algo urgente, ¿Estás herida? —murmuró sutilmente mientras inspeccionaba cada milímetro de su cara.

Aquello sorprendió a Taehyung de muchas maneras, pues realmente parecía diferente a la persona que le mando los mensajes, al preocupado hombre frente a él.

—Estoy bien, Yeonjun y un amigo me protegieron. —dijo alejándose lentamente del agarre del pálido.

Jungkook al notar su extrema cercanía carraspeó incomodo, pues había actuado sin pensar. -Me alegra saber eso, Ash no me perdonaría si algo te pasara.

—Claro—dijo mirando a otra parte. —¿Solo vino por eso? —murmuró temerosa.

—Hoseok me dijo que ya lo sabes, ¿Qué harás al respecto?

—Lo normal sería denunciarle a la policía—aquello tensó en sobremanera a Jungkook, pues aquellos orbes esmeraldas lucían determinados. —Mas, sin embargo, no puedo garantizar éxito en ello, ya sabe, por sus contactos-murmuró evitando mirarle, por lo que no notó la leve sonrisa del contrario. —Además sería incapaz de alejar a Aslan de usted, así que no me mal interprete, no hago esto por usted, sino por él.

Aquello fue lo mas valiente que alguien ajeno había sido con Jeon Jungkook. E inexplicablemente, le alegraba que quien fuera así, se llamara Taehyung, la única persona con el suficiente carácter para enfrentarlo.

Capítulo cortito pero bonito, espero que les este gustando la historia

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Capítulo cortito pero bonito, espero que les este gustando la historia.

Les amo, nos leemos la próxima semana. ♥

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