𝙴𝚅𝙴𝙽 𝙸𝙵 𝙸 𝙳𝙸𝙴 | 𝙺𝙾𝙾𝙺𝚅

IX

Jungkook recuerda vívidamente como era su vida años antes de que Aslan llegara a formar parte de ella, y odiaba hacerlo, pues cada recuerdo lastimaba su corazón de diferentes maneras.

Cuando él tenía poco de haber cumplido los 18 años fue obligado a tomar el cargo como líder, pero era inmaduro y vivía sin preocupaciones e importando le poco y nada sus acciones, incluso si él lo quería se acostaba con quien fuera, se metía en peleas clandestinas, sin embargo, incluso estuvo dispuesto a ignorar su cargo por alguien, provocando que aquello trajera sus consecuencias.

Pues los consejeros que servían para mantener la paz entre las familias, estaban hartos de que un niño liderara la mafia más fuerte entre ellos, decidiendo que tenía que casarse cuanto antes con el heredero de los Park, quienes eran los únicos capaces de estar a la altura, de lo que los padres de Jungkook habían logrado antes de morir.

Aquella decisión creían que sería la manera de lograr calmar la irresponsabilidad del joven Jeon, pues era bien conocida la amistad que había entre Chanyeol y él, sin embargo, no esperaban que tan pronto como expusieron su propuesta, este se negara a llevar a cabo el matrimonio, y mucho menos sin dar explicaciones, importando le muy poco las demás mafias, pues sabía que no les convenía contra decirlo, si es que no querían una guerra.

Más sin embargo, el único que sabía los motivos de sus arranques, era Namjoon. Aquel guardia que había crecido junto a él, con el único propósito de cuidar su bienestar, él, quien fue su única compañía agradable en la enorme casa de entrenamiento en la que vivió, él, quien al verle tan renuente a ser el jefe de la familia Jeon, le ayudó a mantener escondido su romance con una de las mucamas, pues notó que por ella era que no quería llevar acabo su matrimonio, él, quien fue su única compañía en verle vulnerable durante su luto en el aniversario de la muerte de sus padres, él, quien calmó su ira cuando su amada fue asesinada poco antes de dar a luz a su hijo, y quien le ayudó a evitar cualquier propuesta de matrimonio con Chanyeol.

Namjoon fue su voz de la razón mucho antes de que Hoseok y Sunní reaparecieran en su vida, y también fue quien le hizo abrir los ojos, cuando nuevamente estuvo a punto de dejar todo, esta vez por quedarse en un pequeño pueblo en Eslovenia en el que se refugió al cumplir los 20 años. Pues aunque lo evitó, nuevamente se enamoró, y él quería quedarse junto a una mujer hermosa, sin embargo, ella solo quería su dinero y poder controlar lo mismo que él, pero que al enterarse que abandonaría todo por ella; lo dejó sin decir nada, rompiendo nuevamente su frágil corazón, y dejando a la vista todas las mentiras que Namjoon quería hacerle ver.

Aun cuando han pasado los años Jungkook permanecía  agradecido de muchas maneras con el ojimiel, pues este nunca le juzgó y siempre le apoyó, incluso cuando años después, a sus cortos 21 años decidió hacerse cargo cuando ella reapareció con una bebé en brazos, diciendo que era su hija y era su responsabilidad. Él lo hizo sin cuestionar absolutamente nada, pues aquellos pequeños ojos azules le habían hecho sentir algo que creyó muerto, no le importó si es que llevaba su sangre o no, ni mucho menos le importó cuando aquella mujer desapareció nuevamente de su vida, dejándole una vida más importante que cualquier en la misma mafia, y aunque en ese entonces únicamente eran su hermana, Hoseok y Namjoon quienes le importaban realmente, ahora tenía una persona por la que daría su vida sin chistar.

Era por eso que volver a pensar los recuerdos de aquellos años, le hacían  sentir melancólico, y no entendía la razón del porqué tenía de frente nuevamente, a aquella que simplemente jugó con él, no podía creer que después de siete años sin saber nada de ella, pues ni siquiera el rastreo de Namjoon la había localizado, nuevamente aparecía en su vida.

—Kaj počneš tukaj? | ¿Qué haces aquí? | —murmuró entre dientes, aguantando su enojo lo más que podía, pues verla tan estoica como la recordaba; le dejaba un mal sabor de boca.