"Todo puede cambiar tan repentinamente; que llega un punto en el que no sabes si temer por tu vida, o entregársela al mejor postor... incluso si este es un asesino"
*
Taehyung solo quería fumar su tradicional cigarro durante su descanso, la noche h...
Los recuerdos que tiene de su infancia suelen ser bastante distorsionados, en la mayoría solo están SeokJin o su nana, y sabía que habían pocos junto a sus padres, incluso podía afirmar que algunos eran un invento propio. Pero había algo que era real, y le encantaba recordarlo, pues era de las pocas cosas que podía hacer junto a su madre antes de que ella se alejara, y eso era bailar. Solían bailar juntos durante largas y maravillosas horas, en las cuales podía escucharla reír naturalmente cuando él cometía un error. Aquellos recuerdos eran de lo más bonito que tenía, pues solo durante esos momentos podía sentirse feliz junto a su madre, y hasta parecía que ella disfrutaba verle.
Durante esos años él atesoraba esas horas, incluso si únicamente bailaban en una de las habitaciones más arrinconadas de la casa, completamente ocultos de todos.
—Taetae ¿en qué piensas? — la voz de Ash le hizo prestar atención a donde estaban.
Justo ahora Aslan practicaba en su estudio de baile personal, y al verle ser tan libre, provoco que sus recuerdos nacieran.
—En nada en particular.— dijo sonriéndole cálidamente, calmando las inquietudes del infante.
—¿Quieres bailar conmigo? —murmuró cabizbajo, completamente apenada intentando cubrir un leve sonrojo.
Aquello sorprendió a Taehyung, sin embargo, tomó la pequeña mano y caminó hasta centrarse en la habitación. Con la mirada le pidió a Yeonjun que pusiera música, y cuando está comenzó a resonar en el lugar, ambos se sonrieron cuando Tae se inclinó levemente haciendo referencia a los caballeros, provocando una leve risa en la niña.
El ojiverde no tenía la menor idea sobre el ballet, pero tal como en su infancia, simplemente se dejó llevar, cargando y girando a la castaña en ciertos momentos, en ocasiones lo hacía muy inesperadamente, pero eso solo hacia reír a Aslan.
Por otra parte Jungkook había llegado puntualmente a su hogar, para el término de turno de Taehyung, sin embargo, le sorprendió escuchar la clásica música de su hijo a un volumen más alto de lo normal, sin embargo, se llevó una grata sorpresa cuando al acercarse al estudio pudo escuchar aquellas melodiosas carcajadas.
—¡Papi, volviste! —y para aumentar su sorpresa, su pedacito de cielo corrió hasta lanzarse a sus brazos, sin necesitar una señal, o un permiso, siendo esta la primera vez, por lo que le sostuvo felizmente contra su pecho. —Papi, no puedo respirar. — al escuchar aquello, fue consciente de la fuerza que estaba utilizando, por lo que comenzó a bajarla cuidadosamente.
—Hola, señor Jeon. —murmuró el moreno cuando Jungkook le miró.
—Veo que fue un buen primer día para ustedes, ya puedes retirarte, Yeonjun te llevará a la universidad. —decretó solemnemente recorriendo toda su persona. Y aunque no sabía si Jungkook no quería que lo notara, pudo darse cuenta del leve mordisco que dio a su labio cuando miró sus piernas, antes de volver a ensombrecer su rostro.
~ —No tienes que acompañarme hasta las clases Yeonjun-ssi. —murmuró avergonzada cuando ambos bajaron de la camioneta.
—Señorita Sanders, yo estudio aquí. —dijo sonriendo.
—¿Qué?
—Así es, estudio una especialización en programación, del otro lado del campus.
—Increíble. — balbuceó sorprendido.
—¡Hyung! —la conocida voz de Terry sobresalto ambos, por lo que Taehyung se apresuró en despedirse.
—La veré en el descanso— sentenció el pelinegro, confundiéndole en sobremanera,pues no entendía cual era la necesidad de protegerle incluso en la universidad.
Por que ya lo había entendido, Yeonjun era su guardaespaldas personal, aún si este no se lo confirmaba.
—Preciosa, ¿Quién era ese pelinegro? —murmuró el rubio una vez que estuvieran juntos, sin embargo, seguía mirando depredadoramente al mencionado.
—Ni lo sueñes Terry, deberías enfocarte más en tu próxima entrega en lugar de buscar alguien de una noche. Además, él trabaja conmigo, ¿acaso quieres que me este preguntando por ti? Te conozco lo suficiente para saber que prefieres no compartir nada con tus aventuras. —bromeó empujando levemente al menor, y es que era verdad, Terry era alguien activo sexualmente, y eso estaba bastante bien, pero cuando tenía proyectos solía dejarlos de lado por querer “desestresarse”. Aunque personalmente, Tae prefería que hiciera eso con la gente de la universidad, a con los clientes del club.
—Como sea, escuche de Mark, que Jackson le dijo que ya no volverías al club, ¿puedo saber el por qué? — murmuró desanimado mientras caminaban por el corredor.
—Conseguí un nuevo empleo, y es lo suficiente para dejarlo. Aunque me duele ya no ir.
—Que no te duela preciosa, yo haría lo que fuera por dejarlo. —Tras decir aquello, ninguno dijo más nada, y simplemente se dirigieron a sus respectivas clases.
Cada vez que Taehyung escuchaba a alguno de sus compañeros quejarse por los trabajos, sentía que un minuto de su vida se esfumaba, pero es que era increíble cuantas quejas tenían de un simple ensayo. Por lo que mientras terminaba de escribir, se sorprendió cuando a lo lejos comenzaron a escuchar gritos, y antes de que pudiera quejarse, noto que estos eran de desesperación pura.
—No salgan, iré a ver que sucede— su profesora se apresuró en salir del aula.
Nadie esperó escuchar una serie de disparos cerca de ellos.
Todos quedaron en un Estado de sorpresa y presos del miedo aseguraron la puerta. No sabían que estaba sucediendo, pero todos ahí estaban aterrados.
Con las manos temblorosas, busco su teléfono, y marcó el único número que podría ayudarle estando tan cerca, pues los disparos comenzaron a ser más repetitivos. —Yeonjun, hay una balacera, no sé si tu, si tú puedes hacer algo. Tengo miedo.
—Voy para allá señorita Sanders, alejen se de las ventanas y esconda se lo mejor que pueda. —tras decir aquello, Yeonjun cortó la llamada.
Taehyung tenía miedo, no sabía porque estaba ocurriendo eso, pero con forme pasaba el tiempo, en él crecía un mal presentimiento.
—¡Sal de donde quiera que estés Kim Taehyung! —aquello le dejó paralizado, lo estaban buscando a él. ¿Sería algún cobrador? ¿Por qué la querían?
Antes de que pudiera ponerse de pie, el silencio se apoderó de los alrededores, parecía ser que se habían detenido. Y cuando menos lo esperaron la puerta del salón fue abierta, revelando a un Terry completamente asustado con un arma en la mano, a sus espaldas entró Yeonjun, ambos dirigiéndose hasta donde estaba el ojiverde.
—Hyung, maté a alguien —murmuró el rubio antes de refugiarse en sus brazos.
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Dije que traería actualización, más no dije a que hora jajajajajaja.
Anyways el maratón continuará mañana, ya que estoy muy cansada para editar más.