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El lugar estaba completamente en silencio, y era extraño, considerando el hecho que desde que Taehyung y él se mudaron generalmente siempre había algún ruido, pues el nuevo apartamento estaba insonorizado.

—¡¿Tae?! ¿Estas aquí?—gritó adentrándose cada vez más. Su corazón latía a mil por hora por la sola idea de que Byun hubiera decidido cambiar de planes y arrebatarle a su precioso hermano.

Y le hubiera llamado colérico si sobre la cama, -de lo que era la habitación de Taehyung- no hubiera notado que se encontraba una nota. Sin respirar y con las manos temblorosas la tomó, esperando que no fuera algún ultimátum de parte de Los Park.

"Seokjinnie no sé cuándo verás esto, debido a tu ocupado horario, sin embargo, tan pronto lo veas comunícate conmigo. Deje el departamento por cuestiones importantes del trabajo, a partir de ahora todo lo que está aquí es tuyo, disfrútalo, sé que esto es casi a lo que estás acostumbrado.

Estaré bien y espero que tú también lo estés.

Con amor: Taehyung.

1/ Diciembre."

Al ver la fecha puesta se sorprendió, pues ya habían pasado casi dos semanas, agradecía que Tae sabía que el hospital era demandante, sin embargo, él se sentía mal de mentirle, pues su guardia en el hospital no ocupaba tanto de él, o al menos no tanto como sus planes con los park.

Dejó la nota donde la encontró, y decidió que era hora de poner en orden lo que había hecho. Una vez que estuvo en su habitación, abrió el maletín que llevaba consigo, vaciando su contenido, el cual era una cantidad exuberante de información sobre Jeon Jungkook, todo acerca de sus empresas y asociaciones públicas, lo cual lo ayudaba a entender como es que controlaba gran parte en el occidente. En su poder tenía fotografías de toda la gente relacionada a él laboralmente, más sin embargo, no le servían de nada y odiaba que no tenía ni una sola de aquellos guardias que siempre le seguían, y odiaba aún más el hecho de que Los Park lo tenían trabajando a ciegas.

Tal vez, si hubiera terminado su preparación a manos de su padre conocería el rostro y nombre de cada uno de ellos.

Su irritado humor lo tenía pasando noches en vela, y su mente lo torturaba pensando en ¿cómo carajos terminó jodiendo así su vida? ¿Por qué demonios decidió creer en Baekyun?, odiaba admitir que su propio padre le advirtió de no tomar un bando, pero su codicia pudo más que su sentido común.

La brisa que entraba por el gran ventanal del nuevo penthouse se llevaba consigo el olor del humo del tabaco que habitaba entre sus dedos, no tenía opción, de nada le servía recriminarse una y otra vez de sus actos, ahora solo quedaba el mantener a salvo a Taehyung, pues si fallaba, ni muriendo a manos de su padre como venganza sería suficiente para redimirse.

Taehyung era lo único que importaba, sin importar lo que su madre dijera.

[...]

—¡Vamos levántate! ¡Aun no me has hecho ni un solo rasguño!— los gritos de Suga se escuchaban con eco en su débil audición, sin embargo, una amago de sonrisa se formó en su rostro al ver que se acercaba cauteloso a donde estaba ella "para comprobar su estado", y en un rápido movimiento giró el cuchillo que llevaba en su mano, rasgando a su paso parte del pantalón cargo que llevaba este puesto, llevándose consigo una muestra de la sangre ajena.

Suga se alejó sorprendido, para nada adolorido, pero gratamente satisfecho, Taehyung llevaba poco tiempo entrenando a solas con él -sin que el señor Jeon supiera del tiempo extra que hacían- pero podía notar como todo su esfuerzo estaba dando frutos.

El ojiverde escupió la sangre que se acumulaba en su boca, y lentamente se irguió, sus nudillos, brazos, torzo y piernas le ardían como el infierno, pero también sabía que si no fuera por el rubio frente a ella, sus avances serían casi nulos.

—Tú mismo me lo has dicho, no debes bajar la guardia por nada del mundo, gatito—murmuró sosteniendo su costado derecho, tratando de recobrar el aliento, pues si bien el cenizo ya lo trataba como jefe, durante los entrenamientos era brutalmente estricto.

—Nada mal señor Sanders—murmuró sonriendo levemente, y sin previo aviso le dio una patada baja en la espinilla, provocando que cayera de bruces al suelo, para después colocar su arma frente a su entrecejo— Pero me temo que aún no me ha vencido.

Y antes de que pudiera hacer o decir nada, el sonido de unos aplausos pausados resonó en aquel mini gimnasio, provocando que su atención se dirigiera al lugar de donde provenían estos, encontrándose con un serio Jeon Jungkook.

—Así que es por esto que tu condición física no es la más óptima, Suga, vete. —su voz era severa, y si las miradas mataran, su cuerpo ya estaría inerte en el frío suelo.

No prestó atención a cuando el más bajo los dejo a solas, hasta que tenía a menos de un metro el imponente cuerpo del pelinegro. No le temía, sin embargo, sabía que no estaba contento, sus ojos se lo decían.

—Necesito mejorar, y él es por mucho, menos compasivo que Namjoon o Jimin.—murmuró en un intento por explicarse cuando notó que Jungkook se acercaba lentamente a él.

—Eres tan terco, Jimin y Namjoon solo siguen mis órdenes, los elegí a ellos para enseñarte porque son quienes más me respetan, pero jamás esperé que aquello sería un problema y que en consecuencia buscarías entrenar aún más con mi más sádico hombre. —lentamente tomó sus maltrechas manos, y depositó un suave beso en ellos, podía notar la tensión en todo su cuerpo, sin embargo, era gratificante sentir la delicadeza con la que le trataba. —quería evitar que te dañaras así, mi preciosa.

—Me proteges demasiado, puedo soportar un verdadero entrenamiento, si no lo hago, ¿Cómo puedo permanecer a tu lado, o protegiendo a Aslan? Dijiste que confiarías en mí.

—Y lo hago, pero también tienes que entenderme, ahora eres parte de mi prioridad. En la mafia hay una regla esencial que toda pareja cumple, por más que haya sido un acuerdo arreglado o fruto de un verdadero sentimiento, lo más importante siempre será poder proteger a tu pareja con tu propia vida. —las caricias en sus nudillos subieron lentamente por sus antebrazos, hasta acariciar cada moretón visible.

—Entonces déjame ser parte de esa regla, eres mi pareja, y el jefe de la mafia, no solo debes proteger, también debes dejar me protegerte, así sea con mi vida. Y sé que ninguno quiere que el otro muera.

—De acuerdo, haré que tú entrenamiento mejore, porque no importa si esto nos costará la vida, ninguno tiene permitido morir— susurró antes de besarle con hambre, apretando con la suficiente fuerza su cintura, sin llegar a hacerle daño. Él jamás le haría daño.

HOLA HOLAAAAAAAAA, dios no sé cuánto tiempo tuve este capítulo en borradores, pero bueno al fin vio la luz

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HOLA HOLAAAAAAAAA, dios no sé cuánto tiempo tuve este capítulo en borradores, pero bueno al fin vio la luz.

De verdad lamento mucho la demora, pero tuve un bloqueo horrible, y he estado muy ocupadx, anyway les extrañé demasiado!!!!! Espero hayan disfrutado mucho del capítulo, no olviden dejar su voto o comentario si les gusto. ♥️♥️♥️

Capítulo dedicado a Lover1749
Gracias por darle una oportunidad a mis fics, ♥️✨.

Nos leemos en un próximo capítulo, les amooooo.

𝙴𝚅𝙴𝙽 𝙸𝙵 𝙸 𝙳𝙸𝙴 | 𝙺𝙾𝙾𝙺𝚅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora