"Todo puede cambiar tan repentinamente; que llega un punto en el que no sabes si temer por tu vida, o entregársela al mejor postor... incluso si este es un asesino"
*
Taehyung solo quería fumar su tradicional cigarro durante su descanso, la noche h...
ADVERTENCIA ⚠: ESTE CAPÍTULO TIENE CONTENIDO +18, SALSEO, LEMON, O COMO QUIERAN LLAMARLE, POR LO QUE SÍ NO LES GUSTA ESTE TIPO DE CONTENIDO, LES PEDIRÉ QUE ESPEREN A LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN.
SIN EMBARGO, SÍ AUN ASÍ GUSTAN LEERLO, ESPERO DEJEN SU VOTO Y/ O COMENTARIOS.
PD: ES LO MÁS EXPLÍCITAMENTE QUE PUEDO ESCRIBIR, ASÍ QUE ESPERO LES GUSTE.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El silencio entre ambos era algo sofocante, si bien no era incómodo, la tensión entre ambos era palpable, y Jungkook no lo soportaría por mucho más tiempo.
—Será mejor que me vaya ahora, tengo que ir a la Universidad. —murmuró el oji verde poniéndose de pie.
—¿Tienes prisa? —susurró el pelinegro mientras tomaba de forma delicada la muñeca ajena, en un intento de retenerlo.— Por lo que recuerdo, no has asistido desde el incidente.
—Sí, pero no veo una razón para quedarme —susurró igualmente Taehyung, si bien quería quedarse, no quería seguir confundiéndose.
—¿Y si te pidiera que te quedaras? Dime Tae, ¿lo harías? —dijo poniéndose de pie, para quedar a espaldas del castaño.
—Claro, pero dígame señor Jeon, ¿Usted quiere que me quede? —murmuró girándose a verle de frente.
La distancia entre ambos era mínima, a tal punto en el que sus alientos se entremezclaban, el agarre en su muñeca se sentía cálido y firme, y aunque no quisiera admitirlo; quería más, pero quería saber que podía obtener más.
—Si por mí fuera, no te irías nunca —susurró acercándose más, sin embargo, aún no estaba ni rozándolo, cuando él ya se sentía desfallecer. —¿Puedo? —murmuró sobre sus labios.
Como respuesta, Taehyung cortó con la milimétrica distancia que los separaba, y lo besó.
Si había algo que se acercara al placer absoluto con algo efímero, sería besar al hombre frente a él, quien en un rápido movimiento le sujetó aun más fuerte por la muñeca, con el único fin de apegarse aún más, y al mismo tiempo le sujetó por la barbilla, haciendo que el beso fuera más profundo de lo que había empezado. Él no perdió el tiempo y con la mano libre que tenía, se aferró a aquella exquisita camisa, rozando así un poco de la piel ajena.
Sus lenguas se entrelazaban con maestría, como si hubieran esperado una eternidad por conocerse, mientras que el calor aumentaba rápidamente entre ellos, sobre todo porque aun estanco de pie el castaño comenzó a rozarse aun más contra el cuerpo ajeno. Amaba provocar, y saber que aquel hermoso hombre lo provocaba a él; simplemente era maravilloso, por lo que lentamente y sin separarse volvió a sentarlo en aquel elegante sofá, mientras que él se sentaba sobre su regazo, dejando así aun menos espacio entre ellos.
Una vez que estuvieron sentados, Jungkook dirigió sus manos a la cintura ajena, deleitándose con el movimiento natural del de piel canela.
—Soy todo tuyo, preciosa —murmuró cerca de su oído, y el tono ronco de su voz junto con aquel apodo, y el agarre tan firme pero delicado en su cuerpo, hacían estragos en todo el sistema de Taehyung.